¿Cómo se cuidará el suelo agrícola por ley?
Para mejorar la calidad del suelo agrícola, la nueva ley establecerá los requisitos necesarios para el abono, definirá un plan de buenas prácticas agrícolas y limitará el uso de determinados fertilizantes. También exigirá que cada agricultor lleve un “cuaderno de explotación” digital en el que refleje el tipo y cantidad de insumo utilizado.
La futura ley está alineada con el Pacto Verde Europeo y con su estrategia ‘De la granja a la mesa‘, que recomienda reducir el uso de fertilizantes químicos para propiciar que los suelos agrícolas se regeneren. Y aunque sus intenciones son buenas, el sector la mira con recelo. “Es un real decreto antipático para los agricultores, que lo ven como una injerencia del poder público en la libertad empresarial”, opina Eduardo Moyano, profesor del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
Este experto recuerda que la nueva norma se centra en un tema muy específico, el de la fertilización agraria, por lo que no influye para nada en la calidad o la salud alimentaria.
¿Menos productividad a corto plazo?
Aunque a medio y largo plazo, la ley sí tendrá efectos positivos sobre estas tierras —muchas están hiperfertilizadas de abonos químicos y necesitan regenerarse—, a corto plazo afectará (para mal) a la productividad. “Una reducción de fertilizantes implica una disminución de los rendimientos por hectárea, y eso preocupa a los productores”, añade Moyano.
Las organizaciones profesionales agrarias consideran que la nueva norma llega, además, en un momento inoportuno, justo cuando la Unión Europea debe aumentar las cosechas para hacer frente a la escasez de cereales debido a la guerra en Ucrania.
“Claro que estamos a favor de las medidas que beneficien el medio ambiente y del uso de las tecnologías, porque cuanto más se avance, mejor para todos. Pero las propuestas deben ser asequibles, y ahora mismo, el borrador es muy restrictivo”, argumenta Donaciano Dujo, presidente de ASAJA Castilla y León.
«No hay suficiente abono orgánico»
Sostiene este agricultor de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores que para mantener los suelos agrarios en condiciones, los fertilizantes hoy por hoy son imprescindibles. “No tenemos ningún problema en usar abono orgánico, pero hay un pero: no hay para todos. El estiércol da lo que da, y a algunos lugares no llega”, advierte. Además, la futura ley prohibirá la fertilización de las tierras en unas fechas determinadas. “No olvidemos que la agricultura depende mucho de la meteorología, y en ocasiones hay que adelantar o retrasar la actividad en el campo”, puntualiza.
En su opinión, la norma, repleta “de trabas y burocracia”, perjudicará el desarrollo de la actividad agrícola. Menciona, por ejemplo, que, para llevar al día el uso de los fertilizantes en un cuaderno electrónico, los agricultores, muchos de ellos personas mayores, carecen de competencias digitales. “Necesitarán asistencia técnica, no han trabajado nunca con estas tecnologías y empezar a su edad a manejar estos dispositivos les supone un esfuerzo muy grande”, lamenta.