El lince ibérico es una especie única en peligro de extinción: es el felino más amenazado del planeta, con unos 300 ejemplares en libertad. Los trabajos de conservación están mejorando su situación, pero en los últimos meses los atropellos de varios de estos animales han hecho saltar las alarmas. Este artículo explica el aumento de linces ibéricos atropellados, cómo evitar su extinción y por qué quedan tan pocos.
Aumentan los linces ibéricos atropellados
«Año negro». Así califica la organización conservacionista WWF a 2014 al referirse a la situación del lince ibérico (Lynx pardinus). Hasta la fecha se han contabilizado ocho ejemplares atropellados, y de seguir a este ritmo, se superarán las 14 muertes del año pasado. En los últimos años se ha triplicado el número de linces muertos por esta causa, señalan los expertos de dicha ONG. «Lo más escandaloso es que la mayoría podrían haberse evitado con medidas sencillas y económicas», subrayan.
En los últimos años se ha triplicado el número de linces ibéricos muertos por atropellosLas carreteras del entorno del Espacio Natural de Doñana o las vías del AVE en Guadalmellato (Córdoba) han sido los últimos lugares de dichos incidentes. WWF ha identificado cuatro puntos negros donde se repiten los atropellos «y donde es imprescindible actuar de forma inmediata».
Luis Suarez, responsable del Programa de Especies de WWF España, asegura que «el impacto de las carreteras puede hacer inútil todo el trabajo de entidades y autoridades nacionales y europeas en los últimos años para salvar al lince ibérico de su extinción».
En la actualidad, el número de ejemplares en la naturaleza se mueve en torno a los 300, y en cautividad, unos 100, calcula Miguel Delibes de Castro, director del grupo de Ecología de Carnívoros de la Estación Biológica de Doñana. Este biólogo, reconocido a nivel internacional por su trabajo para salvar a este felino, considera que la situación va mejorando: «Ha habido programas muy importantes desde hace un decenio, y la población se ha multiplicado por dos o dos y medio. Este dato no considera la población cautiva, que también se ha extendido. Hay linces cautivos reproduciéndose en Extremadura, Portugal y en dos centros de Andalucía, con la idea de soltarlos luego para que vivan en la naturaleza».
No obstante, Delibes de Castro se muestra prudente a la hora de confirmar si el lince ibérico se salvará: «El camino es bueno, pero no se puede decir hasta que no se consolide una población importante. Hace años hablábamos de que cuando en la Península Ibérica habría mil linces querría decir que va bien. Las medidas serán suficientes si se prolongan en el tiempo, si mantienen su efectividad y se encuentran lugares adecuados para liberarlos en la naturaleza, uno de los problemas más serios».
El proyecto «Genoma lince ibérico», que ha conseguido decodificar su información genética básica, ha contribuido a que este felino no esté condenado a su extinción. Así lo considera Toni Gabaldón, director del grupo de Genómica Comparada del Centro de Regulación Genómica y profesor de la Universitad Pompeu Fabra, y uno de los responsables del proyecto: «En condiciones óptimas, poblaciones pequeñas pueden recuperarse. Por ejemplo, el elefante marino pasó de pocas decenas de individuos a finales del siglo XIX, a cientos de miles en la actualidad». La secuenciación del genoma servirá, entre otras cuestiones, para diseñar pruebas genéticas que optimicen los cruzamientos en cautividad y las reintroducciones.
Lince ibérico: cómo evitar su extinción
Los expertos en conservación señalan diversas medidas necesarias para salvar al lince ibérico de su desaparición:
- Realización de obras en los puntos negros para evitar nuevos atropellos: WWF está recopilando firmas -ya ha conseguido más de 11.000- para solicitar al Ministerio de Fomento actuaciones de mantenimiento de vallados, drenajes y pasos en las autovías A-4 y A-49, y de desbroce, vallado y señalización en las carreteras del norte de la provincia de Córdoba (en particular en la N-420) y en la N-442 en Huelva.
- Mayor implicación de las instituciones estatales y autonómicas competentes para mejorar las infraestructuras que contribuyen a la conservación de la especie, como los corredores ecológicos o los ecoductos o pasos subterráneos.
- Recuperar su hábitat, como la protección del bosque mediterráneo o las poblaciones de conejos, su principal alimento.
- Controlar las trampas, monterías en cotos o su caza ilegal.
- Apoyar las investigaciones para reducir el impacto ambiental en su hábitat, así como el conocimiento de la especie.
Por qué quedan tan pocos linces ibéricos
Hace siglos el lince ibérico se distribuía por varios montes mediterráneos europeos, pero en la actualidad es el felino más vulnerable del planeta, «en peligro crítico» según la Lista Roja de la Unión Mundial para la Naturaleza (UICN).
Las principales causas son la pérdida y transformación de sus hábitats naturales, la caza en monterías, el uso de trampas, los atropellos en carreteras, el aislamiento y la falta de intercambio genético entre poblaciones y, sobre todo, la falta de alimento: el conejo es el elemento principal de su dieta. Enfermedades como la mixomatosis o la hemorrágico vírica (EHV) causaron estragos en las poblaciones de conejos. A finales de la década de los 80 del siglo pasado, el lince ibérico desapareció en el 80% del área que ocupaba en 1960.