Técnicos del centro «El Acebuche», en pleno Parque Nacional de Doñana, están consiguiendo criar a mano a «Cynara», una cachorrita de lince nacida dentro del programa de cría en cautividad de esta especie.
Su madre, «Esperanza», una de las ocho hembras reproductoras, dio a luz una camada de dos ejemplares el pasado 15 de abril. Dos días después, en un cambio de madriguera abandonó a uno de los cachorros, que resultó ser una hembra. El equipo que dirige la veterinaria Astrid Vargas se hizo cargo de la crianza del animal, al que bautizó como «Cynara» (nombre científico de la alcachofa).
Biberón en mano, los expertos que cuidan de la pequeña lince dicen que «crece a buen ritmo». Tanto que hace una semana pesó 1,6 kilos, mientras su hermano biológico, «Corcho», que amamanta la madre, pesa algo más de 1,2 kilos.
Para mantener los vínculos familiares, los técnicos de «El Acebuche» intercambian periódicamente orina entre las instalaciones de madre e hijo y las de «Cynara». En breve pondrán en marcha un plan de acercamiento progresivo.