La Junta de Castilla y León debe retirar todo el veneno distribuido por el campo para la erradicación de la plaga de topillos porque es una medida de las «más agresivas» para el medio ambiente, según volvieron a exigir ayer diversas asociaciones conservacionistas. Esta petición se debe a la «aparente» situación «favorable» transmitida por la consejera de Agricultura durante su visita a las zonas afectadas, según señaló Adena.
Los ecologistas consideraron así que este descenso de topillos se está produciendo principalmente por causas naturales, debido a un colapso de las poblaciones de roedores por diferentes motivos, principalmente la disminución de recursos tróficos. De esta forma, reiteraron su petición para que se suspenda la aplicación de medidas «agresivas» contra el medio ambiente y que se paralice la distribución de veneno en los municipios donde la población de topillos se ha reducido ya.