El glaciar Malaspina, al sur de Alaska, se extiende por 4.000 kilómetros cuadrados y pierde anualmente más de 2,7 kilómetros cúbicos de hielo que, en forma de agua, acaba en el Pacífico. La masa de hielo adelgaza ahora cada año el doble que hace una década, según un estudio de investigadores del Instituto de Geofísica de la Universidad de Alaska.
«Muchos glaciares han perdido cientos de pies (un pie equivale a 30,48 centímetros) en sus zonas más bajas y unos sesenta en las más altas», explica Keith Echelmeyer, quien añade que, durante las últimas décadas, antiguas montañas de hielo se han reducido hasta convertirse en pequeñas colinas.
Este geólogo y sus colaboradores han empleado un altímetro láser instalado en una avioneta para cartografiar más de cien glaciares y, al comparar los nuevos datos con los recogidos desde mediados del siglo XX, han visto que las reservas de hielo se derriten ahora a un ritmo espectacular.
Subida del nivel del mar
Los glaciares del golfo de Alaska cubren en total más de 90.000 kilómetros cuadrados -una quinta parte de España- y suponen el 13% de todos los de montaña. Sin embargo, de ellos procede la mitad de todo el agua de glaciares que se derrite alrededor del mundo y, según el trabajo, el volumen de hielo fundido cada año los hace responsables del 9% del aumento del nivel del mar durante la pasada centuria.
Su contribución a este fenómeno supuso 0,14 milímetros anuales, mucho más que los 0,02 milímetros que los científicos calculaban hasta ahora. No obstante, Echelmeyer se muestra reacio a achacar este cambio en el comportamiento de los glaciares al calentamiento global, ya que considera que un decenio no es tiempo suficiente para sacar esa conclusión