Los humedales degradados tardan una media mínima de 30 años en recuperar su estructura y funcionamiento, mientras que los humedales de nueva creación requieren, aproximadamente, el mismo periodo de tiempo hasta llegar a ser autosuficientes. Son dos de las conclusiones obtenidas por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) tras analizar la evolución en la recuperación de 621 humedales de todo el mundo.
«Cada indicador de recuperación evoluciona de forma distinta. Se recuperan antes los flujos de agua que la comunidad biológica y esta antes que los ciclos biogeoquímicos, pero las condiciones mínimas de viabilidad se alcanzan cuando se estructura la comunidad biológica vegetal, lo que suele tardar unos 30 años», explicó el investigador del Instituto Pirenaico de Ecología del CSIC Francisco Comín, que ha participado en el trabajo. Los humedales son unos de los ecosistemas más productivos que existen en el planeta, no obstante, la acción humana destruyó aproximadamente la mitad de su extensión mundial a lo largo del siglo XX, recordó el CSIC.
La investigación, publicada en la revista «PLoS Biology», se basa en el análisis de los datos disponibles de la biología, la hidrología y la bioquímica de 621 humedales (entre los que se incluyen turberas, manglares, llanuras de inundación, saladares y lagunas) del mundo, tanto restaurados como de nueva creación; y la comparación con otros 556 humedales de referencia. En muchos casos, la información existente se remonta a más de 100 años, señaló el organismo público de investigación. Comín precisó que es imposible recuperar el 100% de las características de un humedal, «ya que la naturaleza no pasa dos veces por el mismo estado, pero sí puede alcanzarse una reparación exitosa con características que, aunque no sean iguales que las iniciales, sí cumplen la misma función».
Entre los hallazgos obtenidos por la investigación del CSIC destaca que los humedales de mayor tamaño (con una extensión superior a un kilómetro cuadrado) se recuperaron antes que los más pequeños. Del mismo modo, aquellos situados en climas cálidos y tropicales también experimentaron una restauración más rápida que los de ambientes fríos, cuyas características de referencia no se alcanzan antes de los 50 años. Por su parte, las masas de agua conectadas a otros regímenes hidrológicos mayores recobraron sus niveles biológicos y bioquímicos originales después de 20 años y 30 años respectivamente. Por el contrario, los humedales aislados no han logrado alcanzar el nivel de origen en estas variables después de 50 años. Por ello, Comín recomienda «investigar nuevas estrategias y técnicas de restauración que aceleren la recuperación de las funciones y servicios de los humedales».
Las universidades de California en Berkeley y la de Stanford (ambas en Estados Unidos) han dirigido el trabajo del CSIC. También se ha contado con la colaboración del Museo Nacional de Historia Natural de París (Francia).