Un equipo formado por 22 científicos de Estados Unidos, Australia, Brasil, Sudáfrica, Reino Unido y Holanda ha calculado que los incendios forestales liberan a la atmósfera el equivalente al 50% del dióxido de carbono (CO2) causado por la quema de combustibles fósiles. Ello significa que sus efectos sobre el cambio climático han sido subestimados, aseguran estos expertos. Por ello, piden, en un estudio publicado en la revista «Science», que el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, sus siglas en inglés) tenga en cuenta este dato en sus informes y modelos del clima.
«Calculamos que la deforestación provocada sólo por los incendios intencionados representa una quinta parte del efecto invernadero de origen antropogénico y ese porcentaje puede aumentar», señala uno de los autores del estudio, Thomas Swetnam, de la Universidad de Arizona (Estados Unidos). El fuego constituye «un catalizador primario del cambio climático global», afirma Swetnam, que apunta que la investigación también pretende alertar a los científicos para que investiguen y evalúen mejor los efectos de los incendios sobre el planeta.
Swetnam destaca el círculo vicioso por el que el fuego libera dióxido de carbono, que a su vez produce un aumento de las temperaturas que desencadena nuevos incendios. «Lo que asusta es que debido a este efecto y a otras incógnitas siempre subestimamos el papel del fuego» en el cambio climático.
Bosques boreales
Además de los incendios que se registran en los trópicos, enormes extensiones de bosques boreales de Siberia, Canadá y el norte de Europa se queman cada año. «Los bosques rusos por sí solos contienen más del 50% del carbono almacenado en el hemisferio norte», mantiene Swetnam, y advierte de que el recalentamiento se está produciendo con mayor rapidez a latitudes elevadas. «Al calentarse la Tierra, cada vez más tierras de esas regiones se quemarán y se acelerará el calentamiento».
Por su parte, Jennifer Balch, del Centro Nacional de Síntesis y Análisis de Santa Bárbara (California) solicita que se desarrolle una «ciencia del fuego global». «El fuego es tan elemental como el aire y el agua. Vivimos en un planeta de fuego. Somos una especie de fuego y, sin embargo, el estudio del fuego ha estado muy fragmentado. Sabemos mucho del ciclo del carbono y del ciclo del nitrógeno, pero muy poco del ciclo del fuego».