Los datos del Ministerio de Medio Ambiente indican que los incendios forestales han devastado cerca de 83.000 hectáreas de superficie forestal desde comienzos de año y hasta el pasado 24 de julio. En este cómputo están incluidas las 10.466 hectáreas que se quemaron en el incendio de Riba de Saelices (Guadalajara).
También están comprendidos los datos de los incendios de Cañamero, Alía y Castañar de Ibor (Cáceres), que según las imágenes del satélite Terra Modis eran de 7.968 hectáreas el día 24 de julio, pero no están incluidas las superficies herbáceas de Andalucía y Extremadura destruidas en los últimos días.
El computo global hasta esa fecha es de una veintena de grandes fuegos, más de 6.000 incendios y casi 11.000 conatos (en los que arden superficies inferiores a una hectárea), que han arrasado en estos meses el 0,247% de la superficie total de España.
En los últimos diez años, la media de hectáreas devastadas a 24 de julio ha sido de 53.822,8 hectáreas y únicamente 1995 y 1997 muestran cifras similares a las de este año.
En 1995 ardieron 85.409,4 hectáreas de superficie forestal y se habían producido 17 grandes fuegos y 14.000 incendios y conatos, mientras que en 1997 la superficie quemada fue de 88.416,7 hectáreas y el número de incendios y conatos alcanzó 15.000.
En 2002 se quemaron 67.543,4 hectáreas; en 1998 fueron 54.713,8 y en 2000, 53.234,2 hectáreas; en el resto de los ejercicios de la última década, las superficies quemadas a 24 de julio quedan por debajo de 50.000 hectáreas.
El año más benigno fue 1996, cuando sólo quedaron arrasadas 27.434,7 hectáreas, seguido de 2001, con 29.5781,2 hectáreas; y 2003, con 34.409,8 hectáreas.
En 1999 el fuego devastó 47.806,1 hectáreas y en 2004, 49.989 hectáreas de superficie forestal.