Tras recibir una denuncia de un ex trabajador, los Mossos d’Esquadra inspeccionaron ayer una industria de chapa y galvanizados del automóvil, situada en el barrio barcelonés de Baró de Viver, en la que encontraron residuos industriales tóxicos enterrados en el subsuelo de la misma.
El denunciante fue quien indicó a los agentes donde debían abrir el agujero para constatar que los productos tóxicos estaban enterrados. Los Mossos excavaron durante todo el día de ayer el subsuelo del número 8 de la calle Caracas de Barcelona y encontraron enterrados residuos de ácido nítrico, ácido sulfúrico, sosa caústica, cianuro, resinas y cobalto.
A primera horas de la mañana las autoridades comenzaron a usar una máquina excavadora dotada de una pala taladradora que fue agujereando el suelo en busca de los depósitos clandestinos con productos contaminantes. Para ello se protegieron con guantes, mascarillas, botas y mono.
Además de estos residuos, el ex trabajador de la compañía aseguró que la empresa vertía los desechos líquidos en la alcantarilla, con lo que iban al río Besós sin ser tratados. El responsable de la empresa investigada, Vicente García Grau, ha asegurado que «desconocía totalmente» la presencia de estos contaminantes en el subsuelo y que el denunciante «era el responsable de hacer el mantenimiento».