El 90% de las intoxicaciones por productos químicos tienen lugar en el hogar, según el Instituto Nacional de Toxicología. Para evitarlos, la información es esencial. Y para ello, un etiquetado con información clara y útil es fundamental. Con este objetivo, a partir del 1 de junio de 2017 todos los productos químicos a la venta sin excepción deberán llevar los nuevos símbolos de riesgo. Este artículo señala cuándo y por qué cambian los pictogramas de los productos químicos y cómo identificarlos.
Cuándo y por qué cambian los pictogramas de los productos químicos
La entrada en vigor de la nueva clasificación, etiquetado y envasado de productos químicos peligrosos tiene un plazo escalonado entre el 1 de junio de 2015 y el 1 de junio de 2017, distinguiendo entre productos en forma de sustancias y en forma de mezclas.
El 90% de las intoxicaciones por productos químicos tiene lugar en el hogar«La mayoría de los productos químicos que usa un consumidor son mezclas y, por tanto, las nuevas etiquetas se pueden encontrar en el mercado de forma generalizada, a excepción de productos con cadena de suministro muy larga, pues fabrican grandes lotes y pueden permanecer más tiempo en los almacenes con las etiquetas anteriores hasta llegar a las estanterías del supermercado», explica María Eugenia Anta, directora de Tutela de Producto, Internacionalización y Comercio de Feique, la Federación Empresarial de la Industria Química Española que representa al sector químico español.
El objetivo del sistema, procedente de Naciones Unidas y de obligada aplicación en la Unión Europea, es, como aclara Anta, llamar la atención sobre el daño que el mal uso de una determinada sustancia o mezcla puede provocar a la salud o al medio ambiente, e invita a leer las etiquetas. En ellas es posible encontrar consejos de prudencia para antes, durante y después de utilizar el producto: cómo almacenarlo del modo correcto, qué equipos de protección individual emplear durante su uso, situaciones que se deben evitar o qué hacer en caso de intoxicación.
Cómo identificar los símbolos de advertencia de los productos químicos
Los nuevos pictogramas de los productos químicos se clasifican de la siguiente manera:
1. Corrosivo. Puede atacar o destruir metales y causar daños irreversibles a la piel, ojos u otros tejidos vivos, en caso de contacto o proyección, como desatascadores de tuberías, amoníaco o ácido acético.
2. Tóxico. El producto genera efectos adversos para la salud, incluso en pequeñas dosis, y con consecuencias inmediatas y hasta la muerte en caso extremo. Al entrar en contacto con el mismo se pueden sentir náuseas, vómitos, dolores de cabeza, pérdida de conocimiento, etc. Plaguicidas, biocidas o el alcohol de madera o alcohol metílico (metanol) son tóxicos.
3. Irritante. En dosis altas puede causar irritación en ojos, garganta, nariz y piel, alergias cutáneas, somnolencia o vértigo, como detergentes para lavadoras, limpiadores de inodoros o líquidos refrigerantes.
4. Peligroso por aspiración. Estos productos pueden llegar al organismo por inhalación y provocar efectos cancerígenos, mutágenos (modifican el ADN de las células y dañan a la persona expuesta o a su descendencia), tóxicos para la reproducción; producir efectos nefastos en las funciones sexuales, la fertilidad; causar la muerte del feto o malformaciones; modificar el funcionamiento de ciertos órganos, como el hígado, el sistema nervioso, etc.; entrañar graves efectos sobre los pulmones y originar alergias respiratorias. La gasolina, la trementina o el aceite para lámparas se incluyen en esta clasificación.
5. Explosivo. Puede explotar al contacto con una llama, chispa, electricidad estática, bajo efecto del calor, en contacto con otros productos, por rozamientos, choques, fricción, etc. Los aerosoles de todo tipo, como lacas o desodorantes, incluso cuando se han acabado, son explosivos por encima de 50 ºC. Los fuegos artificiales o la munición son explosivos.
6. Inflamable. El producto comienza a arder con mucha facilidad, incluso por debajo de 0 ºC, al contacto con una llama, chispa, electricidad estática, etc., por calor o fricción, al contacto con el aire o agua o si se liberan gases inflamables. El alcohol, la gasolina, el metanol, la trementina y su esencia, la acetona, los disolventes de pintura, las pinturas en aerosol y metálicas, los desheladores de cristales, los purificadores de aire, etc. son inflamables.
7. Comburente. Estos productos, ricos en oxígeno, pueden provocar, avivar o agravar un incendio o una explosión en contacto con otras sustancias, sobre todo inflamables. La lejía, el oxígeno para usos médicos o los disolventes que contienen peróxidos, como el ácido peracético, son comburentes.
8. Gas a presión. Pueden explotar con el calor, como los gases comprimidos, licuados o disueltos. Los licuados refrigerados pueden causar quemaduras o heridas criogénicas, al estar a muy baja temperatura.
9. Peligroso para el medio ambiente. El producto provoca efectos nefastos para los organismos del medio acuático (peces, crustáceos, algas, otras plantas acuáticas, etc.). Los plaguicidas, los biocidas, la gasolina o la trementina se incluyen en este apartado.
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