Los cinco países que limitan con el Mar Caspio -República de Azerbaiyán, República Islámica de Irán, Federación Rusa, República de Kazajstán y Turkmenistán- han acordado un nuevo compromiso para fortalecer las respuestas regionales a los derrames de petróleo y para mejorar la manera en que las fuentes potenciales de contaminación se monitoreen y administren en las fronteras nacionales, según ha informado el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
La Convención es un acuerdo jurídicamente vinculante firmado por los cinco Estados del Caspio sobre la protección del medio ambiente en la región del Caspio, a la que el PNUMA proporciona el Secretariado. La agencia de la Naciones Unidas destacó que este convenio firmado a principios de agosto en Aktau (Kazajstán) «marca un hito histórico en la determinación de proteger y preservar el medioambiente del Mar Caspio contra las amenazas planteadas por la contaminación del petróleo«.
Una vez ratificado por las Partes del Convenio de Teherán, el protocolo establecerá un sistema de respuesta de emergencia para enfrentar incidentes de contaminación por hidrocarburos. En los últimos años, como fuente importante de petróleo y gas, la región del Caspio se ha convertido en un foco de interés económico y político. A pesar de la riqueza que este aumento de petrolero trajo a la región, también conlleva amenazas ambientales para el Mar Caspio, señaló el PNUMA. Durante la últimas dos décadas, el Mar Caspio ha llegado a exponerse mucho más al riesgo de la contaminación derivada de la explotación y el transporte del petrolero y del gas. Cada año el transporte del petróleo o productos derivados suman cerca de 10.000 movimientos marítimos en la región.