Si se tiene en cuenta que el bambú, alimento básico de los pandas gigantes que viven en libertad en las brumosas montañas del suroeste de China, se acerca al final de su ciclo vital, la especie se enfrenta a una posible escasez de comida, según advirtió ayer Yang Xuyu, vicerresponsable de la Estación de Conservación de Fauna Salvaje del departamento forestal.
Yang explicó que se han observado nueve variedades de bambú floreciendo en 14 condados en Sichuán desde 2005, lo que significa el 30% del bambú que comen los pandas. «No se ha encontrado ningún panda salvaje muerto de inanición. Pero según se extiende la zona de floración de bambú, debemos vigilar de cerca la escasez de comida de los pandas», indicó.
El panda gigante es una de las especies más amenazadas del mundo y sólo se encuentra en China. Unos 1.600 pandas viven salvajes en reservas naturales en Sichuan, Gansu y Shaanxi. Los pandas comen unas 20 especies diferentes de bambú. Un centro de investigación para animales amenazados, en la provincia oriental de Shaanxi, ha realizado experimentos dirigidos a ayudar a los pandas a ampliar sus hábitos alimentarios.