El Congreso de los Diputados debatirá una iniciativa socialista en la que se pedirá al Gobierno su adhesión al proyecto internacional Gran Simio y que promueva actuaciones para evitar el maltrato, la esclavitud y la tortura de estos animales, así como actuaciones para evitar su extinción. Los responsables en España de este programa internacional presentaron ayer en la Cámara Baja los objetivos del mismo.
El proyecto Gran Simio parte de la similitud de los grandes primates (chimpancés, orangutanes, bonobos y gorilas) con los seres humanos, y persigue una declaración de la ONU que garantice el derecho a la vida, la protección de la libertad individual y prohíba la tortura de estos animales.
«Le duela a quien le duela, los seres humanos somos grandes simios», señaló Joaquín Araujo, responsable del programa en España, para quien la protección de estos primates es «una responsabilidad ética».
Las principales amenazas que se ciernen sobre ellos son la destrucción de sus hábitats, la caza, el tráfico ilegal de especies y la deforestación. En concreto, la ONU estima que el ritmo actual de deforestación propiciará su extinción total en el año 2032.
Castrados y desdentados
Los responsables de Gran Simio denuncian el maltrato que sufren estos primates y advierten de que en muchas ocasiones son castrados, desdentados e intervenidos para eliminar sus cuerdas vocales. Aunque aclaran que el maltrato animal debe ser erradicado en todas sus formas, inciden en las especiales connotaciones que tiene cuando afecta a una especie que guarda un parentesco «tan cercano» al ser humano.
Por todo ello, abogan por la aprobación en España de una ley que garantice sus derechos, por que se prohíba su utilización en espectáculos, por crear un centro idóneo para que vivan los que son decomisados, y por apoyar iniciativas de conservación en los países (un total de 23) en los que todavía existen.