Los terrenos afectados por el vertido tóxico de las minas de Aznalcóllar (Sevilla) formarán parte de la Red de Espacios Protegidos de Andalucía. El Consejo de Gobierno de la Junta aprobará hoy la declaración de Paisaje Protegido para cinco mil hectáreas que ya han sido descontaminadas, restauradas y repobladas.
El Gobierno andaluz ha convertido el cauce del Guadiamar, que sufrió el vertido hace cinco años, en un «Corredor Verde» con vegetación de ribera y bosque mediterráneo que conecta Sierra Morena con el Parque Nacional de Doñana. Además, tiene previsto dar un uso público a este corredor con espacios destinados a actividades lúdicas, con dos miradores, tres observatorios y un embarcadero.
«Con esta oferta de ocio se pretende buscar una alternativa económica a los habitantes de los municipios afectados, sobre todo a los agricultores a quienes el Gobierno andaluz expropió sus tierras», señaló la consejera de Medio Ambiente, Fuensanta Coves. «Ahora nos centramos fundamentalmente en el aspecto social y sobre todo económico, en cómo revitalizar, en cómo ofrecer vías de supervivencia para aquella gente que perdió sus tierras y legítimamente tienen que vivir en la zona», añadió.
Para el presidente de la Junta, Manuel Chaves, esta protección del espacio afectado por los lodos tóxicos supone un punto y seguido de los trabajos de restauración. «Con esta figura se trata de facilitar la gestión de este territorio con la garantía jurídica que supone dotarlo de un régimen especial de protección y de una normativa que permita establecer la protección adecuada y compatible con la función de este espacio», explicó.
Chaves participó ayer en la inauguración de unas jornadas sobre la restauración del río Guadiamar después del vertido minero de Aznalcóllar, en las que participan en Sevilla, hasta el miércoles, una treintena de científicos y expertos.