Luis Echarri es profesor de Población, ecología y ambiente en la Escuela de Ingenieros de la Universidad de Navarra en San Sebastián (Tecnun) y es responsable del libro “Ciencias de la Tierra y del Medio Ambiente“, que puede consultarse gratuitamente en Internet. El libro desarrolla, a lo largo de 15 temas, los principales aspectos medioambientales de la actualidad y ofrece asimismo un sistema de autoevaluación para poder conocer el grado de aprendizaje de los distintos contenidos del libro, así como diversos enlaces de interés a otras páginas web y una bibliografía con la que poder profundizar en los temas. Asimismo, las distintas partes del libro están interconectadas, de manera que cuando se encuentra una palabra técnica o poco habitual se puede pinchar sobre ella para obtener una explicación.
Tenía preparados una serie de materiales para facilitar el estudio de mis alumnos. Con esos materiales preparé este libro electrónico, que se publicó en 1999, si no recuerdo mal. La colaboración de dos alumnos, Laura García y Unai Castillo, a los que agradezco su trabajo en la web del libro, fue una ayuda muy importante para lograr ponerlo en Internet.
El libro, después de una introducción en la que se tratan algunas ideas generales sobre cómo trabaja la ciencia y cuáles son las principales características de un sistema complejo como es el ambiente, estudia el planeta Tierra, incluyendo la biosfera y el concepto de ecosistema. Después se centra en los principales recursos naturales: agua, alimentos y energía. Los temas siguientes tratan de los principales impactos en el medio ambiente: desde los riesgos naturales, como los terremotos, volcanes, inundaciones, sequías, etc., pasando por el análisis de los productos químicos con los que estamos en contacto, el estudio de la contaminación de las aguas y de la atmósfera, incluyendo el cambio climático, etc.; el análisis de la situación de los bosques, la biodiversidad, la desertificación… Para terminar, se tratan aspectos demográficos, políticos, sociales y éticos relacionados con los problemas medioambientales.
No hago un seguimiento detallado de las visitas al libro, así que no tengo datos precisos. Sí que recibo con cierta frecuencia comentarios de agradecimiento por tener ese material disponible en Internet o alguna solicitud de ayuda. Es más frecuente recibir este tipo de impresiones de los visitantes americanos de habla española. También ha dado pie, en alguna ocasión, a que algún profesor o algún organismo me haya solicitado colaboración para algún trabajo que estaban haciendo.
Estamos preparando una serie de cambios importantes, no sólo en los contenidos, sino también en la presentación. El concepto de web avanza a gran velocidad y lo que hace unos años era una presentación que podía tener su lógica y sus ventajas, con el paso de unos pocos años se queda anticuada. Esperamos introducir cambios en los próximos meses, si el resto de los trabajos que tenemos entre manos no nos lo impiden.
La problemática medioambiental deja al descubierto cuestiones sociales y antropológicas básicas
La problemática medioambiental deja al descubierto cuestiones sociales y antropológicas básicasAfrontar las grandes diferencias que existen en el mundo y la pobreza extrema en la que viven muchas personas es, en primer lugar, deber de justicia, pero también es requisito imprescindible para ser eficaces ante los problemas medioambientales. Para la persona cuya preocupación es sobrevivir no tiene sentido la problemática medioambiental. Por otra parte, en los países desarrollados es urgente encontrar fórmulas que garanticen el progreso con un uso de los recursos menos derrochador que el actual. Especialmente todo lo que tiene que ver con la producción y uso de la energía me parece especialmente relevante y problemático.
Los progresos en el modo de vida de la humanidad en los últimos 150 años son indudables y debemos reconocerlos. Por eso no tiene sentido ni es práctico, en mi opinión, mantener posturas catastrofistas que, ni están justificadas, ni conducen a nada positivo. Pero también es cierto que el gran poder tecnológico que hemos adquirido sobre la naturaleza y sus recursos tiene riesgos y está originando problemas nuevos.
No me siento muy autorizado para ir dando recomendaciones a ciudadanos e instituciones, pero sí que hay aspectos de sentido común que todos debemos tener en cuenta. Está claro que estamos hablando de problemas que surgen, en un porcentaje importante, de la suma de pequeñas actuaciones individuales, y su solución pasa por la responsabilidad personal de consumir menos y de forma inteligente; generar menos residuos o facilitar su reciclaje, etc. Por su parte, las instituciones deben promover el que los ciudadanos, las empresas y las instituciones mismas, actuemos de manera responsable y para eso hace falta la educación y el estímulo por una parte, y la normativa que controle y obligue, por otra. Me gustaría que siguieran surgiendo multitud de iniciativas ciudadanas, con enfoques variados e incluso contrapuestos, que continuaran trabajando en este campo.
El progreso en la formación medioambiental ha sido enorme y creo que los medios que se están poniendo son los adecuados, aunque hay que seguir trabajando en este campo, por supuesto. Pero creo que el problema es, en este momento, más de tipo ético o moral. En el fondo somos una sociedad con una fuerte carga egoísta, lo que conduce a formas de hipocresía social llamativas. Coexisten movilizaciones sociales muy fuertes ante determinados problemas ambientales con formas de vivir absurdamente derrochadoras, responsables en mayor medida del daño medioambiental que los problemas puntuales.
Estamos en un terreno de conjeturas. Interesante para discutir sobre modelos, posibilidades… pero peligroso, en mi opinión, si se quiere usar para inclinar la opinión pública en determinadas direcciones. Ante las problemáticas medioambientales se sucumbe con frecuencia a la tentación de atajar en la información que se suministra a la sociedad
Ante las problemáticas medioambientales se sucumbe con frecuencia a la tentación de atajar en la información que se suministra a la sociedadDebemos exigir que se informe con seriedad sobre estos temas. Las fluctuaciones climáticas son enormemente complejas y, por tanto, asegurar que fenómenos concretos tienen relación directa con unas determinadas causas es muy aventurado. Esto no quiere decir que el problema del cambio climático no sea muy importante y urgente. Lo es. Las soluciones no son fáciles y exigen un debate social informado.
Ante problemas complejos y ante asuntos que levantan pasión, como son los medioambientales, es lógico que haya posturas contrapuestas e incluso enfrentadas. Esto no es malo. Lo que debemos exigir es información de calidad y actualmente no la tenemos
Lo que debemos exigir es información de calidad y actualmente no la tenemosPor eso es real el riesgo de hartazgo y de desconcierto que a veces se nota ante estos temas. El importante papel que pueden jugar los medios de comunicación informando adecuadamente en este campo es muy importante.