Entrevista

Luisa Roquero, portavoz de la Asociación de Viandantes A pie

El reconocimiento de la bicicleta en ciudad no debe hacerse a costa de los peatones
Por Alex Fernández Muerza 9 de febrero de 2013
Img luisaroquero

Los peatones deberían ser los verdaderos protagonistas de las ciudades, y no los coches, que hacen de sus calles lugares insalubres. Así lo señala Luisa Roquero, portavoz de A pie, una asociación creada en 1995 para defender los derechos de los viandantes. Esta historiadora del arte y paisajista llama a la concienciación de ciudadanos e instituciones para lograr un transporte público viable para todos y unas ciudades que se puedan transitar a pie, “la manera natural de desplazarse y la mejor de hacer ejercicio”. Roquero advierte también del riesgo de que la bicicleta gane terreno en la ciudad a costa de los viandantes y pide más educación vial para garantizar la convivencia entre ambos sistemas de movilidad sostenibles.

¿Qué ventajas tiene para el medio ambiente, la economía y los ciudadanos un sistema de movilidad urbana con los viandantes como protagonistas?

“Los cascos históricos de las ciudades colapsados de tráfico son insalubres”
Los cascos históricos de las ciudades surgieron en una época que no había coches. Sus calles colapsadas de tráfico son insalubres, y en muchas ocasiones se tarda menos a pie que en vehículo motorizado. Las nuevas murallas son las autopistas de circunvalación, absolutamente impermeables, que aíslan ciudad y territorio. Caminar es la manera natural de desplazarse y la mejor de hacer ejercicio, siempre que se respire aire limpio.

¿Por qué no se promueve más?

Los ayuntamientos suelen ser receptivos a las propuestas razonables que les llegan elaboradas por los vecinos. El movimiento ha de ser de abajo hacia arriba. Nadie mejor que los vecinos para conocer su barrio.

Una de las excusas que se ponen para utilizar el coche privado es que no se ofrecen alternativas reales de transporte público, o que andar por la ciudad es peligroso.

El transporte público es viable con la suficiente masa crítica de ciudadanos que lo reclamen y utilicen. El urbanismo disperso dificulta un transporte eficaz, tanto público como privado. Mucha gente no camina ni utiliza transporte público por desconocimiento o porque se asocia a personas que no pueden tener vehículo propio. La mejora de los servicios y de las calles, la conciencia ambiental y las cuestiones de salud están mejorando estos hábitos.

¿Destacaría alguna ciudad en el mundo que cuide a los viandantes?

La mayor parte de las ciudades italianas se han planteado hace más de treinta años recuperar los desplazamientos a pie en sus centros históricos.

¿Y en España?

Barcelona, Santiago de Compostela, Segovia, Córdoba, etc.

¿Cuáles son las peores ciudades del mundo para ser un viandante?

Bangkok es un infierno. El Cairo es intransitable.

¿Y en España?

“El transporte público es viable con la suficiente masa crítica de ciudadanos que lo reclamen y utilicen”
Aranjuez es un desastre. Todos sus lugares principales para visitar (el Palacio Real, el Jardín de la Isla, el Jardín del Príncipe y el Pical del Rey) están rodeados de carreteras y apenas hay pasos de cebra. Al final, cada uno cruza por donde puede. El punto más negro es el puente sobre el río junto al Rana Verde. Aranjuez es una población idónea, por sus dimensiones y por ser un lugar llano, para favorecer la bicicleta.

Con el mayor uso de la bicicleta en las ciudades, algunos peatones se quejan de problemas con ciclistas.

Montar en bici no requiere un examen teórico de normas de circulación, y muchos ciclistas las desconocen. No se les pasa por la cabeza que deberían bajarse de la bicicleta para cruzar una calle por el paso de peatones. Sería bueno una campaña en televisión o ver alguna película de la Resistencia francesa.

¿Alguna película de la Resistencia francesa?

Me vienen imágenes sueltas de alguien caminando con la bici sujeta por el manillar. También veo los domingos a ciclistas que entran por la puerta del Retiro de la calle Alcalde Sainz de Baranda sin bajarse de la bici, a pesar de tener una rampa con escalera y de que más de uno se da de bruces contra el suelo.

¿Sería recomendable obligar a los ciclistas a un curso teórico de normas de circulación en ciudad?

Sería recomendable divulgar estas normas en colegios, medios de comunicación, etc. Se trata de que la sociedad asuma por convencimiento estas normas de convivencia en el espacio común, que responden al incremento y a la aparición de nuevas formas de desplazamiento (bicicletas, patines, motos, segways, etc.).

¿Qué normas básicas de circulación debería conocer un ciclista para circular de forma correcta por ciudad?

La bicicleta es un vehículo, y como tal, su espacio natural es la calzada. Fuera de ella o de espacios habilitados de forma específica para la bicicleta, la prioridad es del peatón. Es fundamental que el ciclista sea sensible a su presencia y que baje de la bici si fuese necesario. De un tiempo a esta parte, la bicicleta recibe un reconocimiento como modo de transporte urbano necesario y beneficioso para promover una movilidad más sostenible. Sin embargo, se corre el riesgo de que sea a costa de los derechos del peatón. Estamos absolutamente en contra de que se otorgue a los ciclistas el derecho a circular por las aceras.

En fechas recientes se ha puesto en marcha una campaña europea para que los coches no superen los 30 km/h en las ciudades. ¿Conoce alguna otra iniciativa para mejorar la convivencia entre automóviles y viandantes?

Hay otras iniciativas en muchas ciudades, como las “áreas peatonales”, “zonas de convivencia” (áreas de prioridad peatonal con límite de velocidad para vehículos entre 5 y 20 km/h, según el contexto), eliminación de señales de regulación (se resalta la integración espacial de los diferentes usuarios y potencia un mayor cuidado y atención por parte de los mismos), establecimiento en los Códigos de Circulación del principio de prudencia entre los distintos usuarios de la vía (del más fuerte hacia el más débil), o las aceras continuas, que en los cruces con la calzada dan prioridad a los peatones (con las características del itinerario en cota, pavimento, etc. y permitiendo puntualmente que lo crucen los vehículos), creación de itinerarios seguros a los colegios, etc.

¿Estas iniciativas tendrán el efecto que buscan sus propulsores o el coche mantendrá su “poder” en las ciudades?

Se deben combinar distintas medidas y adaptarlas al caso concreto de cada ciudad. Es imprescindible un compromiso claro y coherente con el peatón como elemento importante de la movilidad por quienes tienen que tomar las medidas. Todos los usuarios de la ciudad, residentes o visitantes, son en algún momento peatones.

¿Qué pueden hacer los ciudadanos?

Organizarse, asesorarse y proponer. El maná caído del cielo es un cuento bíblico.

¿Qué avances ha logrado su asociación tras veinte años de trabajo?

Hemos conseguido que desaparecieran los pasos subterráneos para peatones (plaza de Cibeles, plaza de Colón, accesos al Retiro, Rondas, etc.), y se sustituyeran por cruces en superficie, y que se construyeran pasarelas sobre la M-30 para comunicar las dos orillas del río. También se ha trabajado con ciudadanos y asociaciones de vecinos para aumentar la concienciación de la población sobre el uso de los espacios públicos como itinerarios y lugares de relación. Colaboramos con la Asociación de vecinos del Barrio de las Letras en el estudio y elaboración de una propuesta, aceptada por el Ayuntamiento, para reducir el tráfico por sus calles solo a residentes y servicios públicos. La calidad ambiental del espacio público en ese barrio ha mejorado de manera notoria. También hemos realizado marchas para reivindicar el derecho a salir a pie por la ciudad.

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