Los ministerios de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino e Industria, Turismo y Comercio han aprobado el Estudio Estratégico Ambiental del litoral, cuya finalidad es acotar y definir las zonas aptas y las no aptas para la instalación de parques eólicos marinos en España.
El denominado «Mapa Eólico Marino» determina las zonas del dominio público marítimo-terrestre que, a efectos ambientales, reúnen condiciones favorables para la ubicación de instalaciones eólicas marinas. «Se han delimitado las zonas de exclusión y las zonas aptas. A su vez, para las zonas aptas se ha establecido una gradación para la implantación de parques eólicos marinos en función de los condicionantes ambientales», explica Industria.
La energía producida por los parques eólicos españoles supuso un 11,6% de la demanda eléctrica en 2008
Por tanto, este «mapa del litoral» constituye «un mecanismo preventivo de protección del medio ambiente frente a un futuro despliegue de parques eólicos en el medio marino, de forma que, una vez publicado, las solicitudes de reserva de zona de los promotores de parques marinos sólo podrán realizarse dentro de las zonas declaradas aptas», añade el Ministerio.
España ocupa, con cerca de 17.000 megavatios, el tercer puesto del ranking mundial de potencia eólica instalada, toda ella terrestre. La energía producida por los parques eólicos españoles supuso un 11,6% de la demanda eléctrica en 2008, cifra sólo superada por Dinamarca.
Igualmente, las empresas españolas son «un referente mundial» en lo que respecta a la tecnología eólica, tanto en fabricación de turbinas y componentes, como en promoción y explotación de parques y servicios auxiliares, según Industria.
En España hay varios enclaves marinos estratégicos para la instalación de parques eólicos. Se trata del Estrecho de Gibraltar, el Cabo de Creus, el Delta del Ebro y la costa gallega. En la provincia de Cádiz, por ejemplo, hay cuatro proyectos sobre la mesa.
El protocolo para la autorización pasa primero por la solicitud, donde debe ir la documentación técnica, la valoración, la aprobación por parte de la Dirección General de Política Energética, la concesión de la Dirección General de Sostenibilidad de la Costa y la Dirección General de Calidad y, por último, la tramitación para la distribución y comercialización de la energía.
Estas instalaciones cuentan con el beneplácito de las agrupaciones ecologistas. Así, Greenpeace dice que es posible generar por este medio 25.000 megavatios de potencia.
Oceana también se muestra favorable a la instalación de estos parques. Su director ejecutivo en Europa, Xavier Pastor, señala que “la situación de cambio climático es tan importante que nos guste o no ver aerogeneradores hay que buscar una solución y una de las mejores es la energía eólica. Y el mar es uno de los mejores lugares donde ponerla”.