Entre 10 y 30 céntimos para calentar todo el día una habitación con unas macetas y unas velas: es la propuesta de un vídeo que se ha hecho viral en Internet. Pero este invento casero que parece una buena idea, en especial en estos días en los que el invierno y el aumento del precio de la energía nos deja helados, en realidad no lo es tanto. Este artículo explica cómo utilizar esta estufa casera con velas y macetas y por qué no es tan buena idea como parece, según varios expertos.
Macetas y velas para calentar la casa por unos céntimos al día
El sistema casero y barato de calefacción basado en unas macetas y varias velas es una idea muy antigua. Muchas personas lo han descubierto gracias a Internet y las redes sociales; en concreto, por un vídeo realizado por el periodista y marinero aficionado británico Dylan Winter, que ha recibido varios millones de visitas.
El sistema casero y barato de calefacción con macetas y velas es una idea antigua, que muchas personas han descubierto por InternetEl vídeo-tutorial (se puede ver más abajo con subtítulos en castellano) explica de forma muy sencilla y gráfica qué materiales se necesitan y cómo fabricar la que también se conoce como «estufa de los pobres». Bastan ocho velas pequeñas, dos macetas de distinto tamaño, una bandeja de metal, un mechero y una revista. «Los materiales utilizados son muy baratos y así podremos ahorrar algo de dinero y no hacer gasto eléctrico», asegura su autor. En función del tipo de velas que se empleen, el gasto puede suponer entre 10 y 30 céntimos diarios.
En primer lugar, se introducen en la bandeja cuatro velas que, según Winter, servirán para calentar la habitación por la mañana, dejando las otras cuatro para la tarde. Debajo del recipiente se coloca una revista para «evitar que el calor llegue al mueble y evitar su deterioro». Encima de las velas se pone la maceta pequeña y, encima del agujero de su base, un recipiente de aluminio aplastado de una vela gastada. Después, se ubica la maceta más grande encima de la pequeña. Según el autor del vídeo, «las velas encendidas calientan el aire que hay detrás de las macetas. Como el calor tiende a ir hacia arriba, gracias a la creación de una corriente de convección entre el aire caliente y el aire frío, el aire caliente se escapa por el agujero central de la maceta más grande y por la parte de debajo de la bandeja».
La demostración del sistema puede verse en otros vídeos de personas que también lo explican a su manera. Asimismo, diversas páginas web ofrecen los detalles para fabricar esta estufa barata, en algunos casos con ciertas variantes, si bien basadas en la misma idea, como ésta de Erenovable, en la que sugiere el uso de varias arandelas y tornillos.
Por qué no es una buena idea
Varios expertos explican por qué no es una buena idea utilizar este sistema de las macetas y las velas para calentar un hogar o una habitación.
Jorge Morales, experto en el sistema eléctrico español y en renovables, sostiene que «aumenta la superficie de transmisión, lo que mejora la efectividad, pero no nos creamos que va a ser milagroso. Al fin y al cabo, la máxima energía a transmitir es la contenida en la vela. Y no es mucha».
Carlos Gutiérrez, responsable de Nergiza, web de divulgación de temas energéticos, detalla que «el principal combustible en este montaje es la parafina de la vela, que puede pesar unos 150 gramos, y que nos dará una cantidad de energía/potencia calorífica muy pequeña, claramente insuficiente para calentar una habitación. Por otro lado, el ratio euro/kWh en este caso también sería bastante alto. Es muy común confundir temperatura con potencia térmica: que las macetas se pongan a alta temperatura no quiere decir que estén dando una potencia térmica alta, ya que se trata de una superficie muy pequeña. Es como si quisiéramos calentar una habitación con una cerilla debido a que la llama está a muy alta temperatura y por lo tanto pensamos que calentará mucho».
Josu Mezo, autor del blog Mala Prensa, en el que cuestiona artículos publicados en los medios de comunicación donde se realiza una mala interpretación de estadísticas o datos científicos, añade además como otros inconvenientes de este sistema que «no es muy seguro (por los riesgos del fuego) ni muy sano (por la combustión en espacio cerrado)».
¿Y qué alternativa barata se podría utilizar para calentar una casa? Gutiérrez recomienda la clásica estufa de butano: «Muchas veces la vemos como algo antiguo y peligroso cuando, si se sabe usar y se conocen unas reglas de seguridad básicas, puede resultar un sistema de calefacción con baja inversión inicial y bajo consumo, lo que la hace ideal para viviendas con recursos económicos moderados».
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