Con el objetivo de detener la pérdida de diversidad biológica del planeta para el año 2010, representantes de más de 180 países se reúnen desde hoy y hasta el próximo 31 de marzo en Curitiba (Brasil), en la Conferencia de las Partes del Convenio de Naciones Unidas sobre Biodiversidad. «Estamos en el camino de la mayor extinción desde que los dinosaurios desaparecieran millones de años atrás. La naturaleza nos está hablando, y nosotros debemos escuchar y actuar ahora», asegura Ahmed Djoghlaf, secretario ejecutivo para la Convención de Diversidad Biológica.
Se trata de consensuar una hoja de ruta de los compromisos que salieron de la Cumbre de Río de 1992 y la Cumbre de Desarrollo Sostenible que tuvo lugar en Johannesburgo diez años después. Pero primero hay que conocer el estado actual de la biodiversidad. Para ello, Djoughlaf presentará la segunda edición del informe sobre perspectiva mundial en relación con la diversidad biológica -la primera data de 1991-.
Además de este acuerdo para frenar de manera significativa la pérdida de biodiversidad para dentro de cuatro años, una de las cuestiones más relevantes se centra en el acceso a los recursos genéticos y la creación de un régimen de participación en los beneficios. La finalidad es crear un régimen vinculante para regular la explotación de estos recursos y tratar de garantizar una distribución más justa de los beneficios.
Las medidas necesarias para asegurar la diversidad biológica de las islas también serán objeto de negociación, así como el estado de los recursos marinos y costeros. Todos estos asuntos se tratarán también en su relación con el cambio climático y los efectos de la desertización.