El Ministerio de Medio Ambiente formalizó ayer la compra de 566 hectáreas de terreno en el entorno del Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel (Ciudad Real), lo que le permitirá bombear 2,3 hectómetros cúbicos de agua anuales para ampliar la superficie encharcada del enclave. Con la adquisición de la finca «La Duquesa», el departamento que dirige Cristina Narbona ha comprado ya 900 hectáreas con una inversión que ronda los 90 millones de euros. Así, ya sólo quedan en la zona protegida del parque 44 hectáreas, cuya compra se espera acometer en los próximos meses.
En la superficie adquirida existen derechos de agua de tres hectómetros cúbicos, recursos que ya no se utilizarán en el riego de fincas privadas, como sucedía hasta ahora, sino para el bombeo al parque o con fines medioambientales, de modo que Las Tablas puedan de nuevo formarse con aguas desbordadas del río Cigüela, al disminuir las extracciones subterráneas.
El secretario general para el Territorio y la Biodiversidad, Antonio Serrano, señaló que la decisión de bombear agua se tomará sólo en momentos críticos, como el actual, ya que el enclave tiene encharcadas sólo 15 hectáreas, el 1% de las 1.500 con que debería contar en una situación normal.
«Es una cifra realmente triste para un parque que debería tener 100 hectáreas más», precisó Serrano, quien descartó nuevos trasvases de agua desde el Tajo, pues, a su juicio, «la experiencia ha sido siempre negativa». «Siempre que ha habido trasvases hemos comprobado, sobre todo en el último, que el porcentaje de agua que llegaba a Las Tablas era muy pequeño», indicó.