La Consejería de Agricultura y Medio Ambiente de la Comunidad Murciana está decidida a prohibir este verano el uso de motos acuáticas en el Mar Menor. Ni siquiera tolerará que circulen por pasillos delimitados por boyas, como pretende hacer con los yates y lanchas fuera borda. Únicamente los pequeños pesqueros tendrán libertad para recorrer la laguna.
La consejería ha encargado a sus servicios jurídicos la fórmula necesaria para dictar la prohibición (por decreto, ley u orden). La iniciativa será comunicada en los próximos días a las consejerías de Obras Públicas y Turismo, así como a los ayuntamientos de la zona.
2.200 unidades matriculadas
Las aguas de la Región de Murcia son las que concentran el mayor número de motos acuáticas en verano dentro de España. La Capitanía Marítima de Cartagena tiene matriculadas 2.200 unidades (cada año se incorporan 100 más), de las cuales unas 1.000 navegan en el Mar Menor.
A ellas se suman docenas de motos matriculadas en otros puntos de España, cuyos dueños acuden a la laguna atraídos por sus excelentes condiciones para la práctica de este deporte.
El consejero murciano de Agricultura y Medio Ambiente, Antonio Cerdá, afirma que tales máquinas suponen un «impacto inaceptable» para el ecosistema del Mar Menor. Señala que las motos acuáticas, al igual que las hélices de las lanchas, no cesan de remover el lecho de la laguna, lo que impide la expansión de las colonias de algas.
La pretensión del consejero es dictar para este verano una prohibición total para las motos acuáticas y establecer uno o dos pasillos de salida hacia mar abierto para las lanchas y yates que tengan puntos de amarre en San Pedro del Pinatar, San Javier, Los Alcázares y las pedanías cartageneras.
Cerdá tiene previsto reunirse con los alcaldes de dichos municipios para debatir las limitaciones a la navegación a motor. «No se trata de frenar el desarrollo de sus puertos deportivos -indica el consejero- sino de orientarlos hacia el deporte de vela. Las motos acuáticas y las lanchas tienen cabida, pero en mar abierto».
Motoristas en contra
Por su parte, la Federación de Motonáutica de Murcia considera injustificable la pretensión de Cerdá. «Las motos acuáticas son incapaces de remover fondos marinos. De hecho, utilizarlas en zonas poco profundas supone arriesgarse a averiar el motor con la entrada de arena en la turbina», explica José Miguel Martínez, vocal de la federación.
Martínez asegura que la contaminación por emisión de hidrocarburos que produce una moto acuática «es casi nula si se compara con los viejos pesqueros, que suelen dejar estelas de gasoil».
En lo referente a la seguridad, el portavoz de la federación afirma que no hay constancia de que haya muerto un bañista por impacto de una moto acuática. Señala que, hasta ahora, las muertes sólo se han contabilizado entre los pilotos, debido a accidentes de colisión.
La pretensión de limitar la navegación a motor a uno o dos pasillos de salida a mar abierto también es criticada por la federación. «La ley -indica José Miguel Martínez-obliga a circular a sólo tres nudos en esas circunstancias. ¿Hay alguien dispuesto a tardar un par de horas para salir del Mar Menor?».
La Federación de Motonáutica asegura que está volcada en preparar una autorregulación que permita compaginar el uso de las motos acuáticas con el medio ambiente y el disfrute de bañistas, y advierte de que recurrirá la prohibición si se materializa.