«España incumple todas las directivas de la UE en materia de calidad del agua». La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, hizo esta afirmación ayer durante un desayuno de trabajo organizado por la Fundación Ingeniería y Sostenibilidad, en el que reveló también que la Comisión Europeo ha archivado una denuncia contra España por la mala calidad de las aguas de baño.
Cuando el 31 de diciembre termina el plazo para que todos los países comunitarios resuelvan la depuración de sus aguas residuales urbanas, en nuestro país «nos queda más del 30% por depurar», reconoció la ministra. «Tenemos que depurar mucho más», insistió, especialmente porque ya existen tratamientos del agua depurada que permiten usarla luego en el riego de campos de golf, parques y jardines.
En este sentido, Narbona apuntó que su departamento está trabajando conjuntamente con el Ministerio de Sanidad en la elaboración de normas comunes para todas las comunidades autónomas para un uso mucho más amplio del agua depurada, y criticó que, por ejemplo, en la Comunidad Valenciana solamente se use una cuarta parte del agua depurada, lo cual refleja un consumo «bajísimo».