Un porcentaje inferior al 1% de los tiburones altamente migratorios del Atlántico está protegido contra la sobrepesca, según un nuevo informe de la organización de conservación marina Oceana. El trabajo recuerda que el 75% de las especies de tiburón que se capturan en las pesquerías de la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT) están clasificadas como amenazadas de extinción en algunas zonas del Atlántico por la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza (UICN).
Proteger a los mayores depredadores «no es un lujo, sino una necesidad» porque aunque se haya avanzado «algo» hacia la gestión de los tiburones, la inmensa mayoría de las especies capturadas en el Atlántico «siguen sin ser protegidas por ICCAT», ha asegurado la directora de la campaña de fauna marina de Oceana, Elizabeth Griffin Wilson, en la presentación del estudio en el marco de la XXII reunión ordinaria del ICCAT en Estambul (Turquía).
«Los países pesqueros del Atlántico no pueden ignorar que las pesquerías de ICCAT diezman las poblaciones de tiburones», subrayó, al tiempo que explicó que la mayoría de las especies de tiburones del Atlántico son «vulnerable a la sobrepesca» por sus tasas de reproducción, que son muy bajas. En este sentido, insistió en que la UICN considera al cailón «en peligro crítico en el Atlántico Nordeste» y un reciente estudio científico señalaba que el jaquetón sedoso es el más vulnerable a la sobrepesca causada por los palangreros del Atlántico. Otras especies de tiburones sin gestionar en el Atlántico incluyen el marrajo y la tintorera, las especies con mayores capturas declaradas en aguas de ICCAT. Además, recordó que, en la actualidad, el ICCAT solo protege al zorro ojón, el tiburón martillo y el tiburón oceánico puntas blancas.
Griffin Wilson solicitó que el ICCAT, que integran 48 países, prohíba la retención a bordo de especies en peligro o particularmente vulnerables, entre las que se incluyen el cailón y el jaquetón sedoso, así como que se establezcan límites de capturas según criterios científicos y de precaución para la tintorera y el marrajo. También instó al ICCAT a requerir la declaración de datos de capturas para el desembarco de una especie concreta, así como exigir que los tiburones sean desembarcados con las aletas total o parcialmente adheridas de forma natural para mejorar así las actuales medidas de ICCAT contra el cercenamiento de aletas (finning).
«La captura de tiburones en las pesquerías de ICCAT, como especie objetivo y como captura accesoria, es perjudicial para los grandes depredadores del océano», explicó Griffin Wilson, que agregó que «es hora de dejar de anteponer intereses financieros a corto plazo a la salud de los océanos».