La industria de la motocicleta es consciente del incremento de los precios del petróleo y de las normativas medioambientales cada vez más exigentes, como la Euro 3, vigente este año, que exige una actualización en los vehículos para no exceder su capacidad contaminante. Por ello, en los últimos años han empezado a desarrollar diversos prototipos de motos ecológicas, que en algunos casos circulan ya por las carreteras o están a punto de hacerlo.
Los fabricantes se centran hoy día en dos sistemas de propulsión alternativos. El primero utiliza exclusivamente la electricidad suministrada por una o varias baterías o una pila de combustible. El segundo adopta la forma de un sistema híbrido que combina un motor eléctrico con otro de gasolina y se activa en función de las condiciones de utilización.
Las normativas medioambientales son cada vez más exigentes, como la Euro 3, vigente este año, que exige una actualización en los vehículosEn el caso de las baterías recargables para motos, los investigadores barajan tres tipos principales de materiales: el plomo ácido, el níquel y el litio. Según los expertos, la batería de litio es la más evolucionada, práctica y potente, por lo que cuenta con más posibilidades de imponerse a sus competidoras, aunque también es más cara. En cualquier caso, algunas compañías ya están introduciendo en el mercado modelos a batería, pensadas normalmente para cubrir pequeñas distancias.
Por ejemplo, el «Peugeot Scoot’elec«, es un scooter eléctrico concebido por la multinacional francesa en 1996 y que se vende por 2.268 euros. La Blade T6 del fabricante norteamericano Electric Moto se comercializa al precio de 6.650 euros con cargador normal y de 7.295 euros con cargador rápido. El grupo francés Cible cuenta con el e-Solex, un velomotor con batería que también se puede impulsar a pedales, a un precio aproximado de 950 euros. El Yamaha Passol es un pequeño scooter monoplaza que ya se comercializa en Japón y que en algunos países europeos podría venderse a unos 2.000 euros.
Imagen: ENVEn cuanto a la propulsión híbrida, se trata de un sistema que ya se comercializa en automóviles, como el Toyota Prius. En el caso de las motos, algunos fabricantes ya tienen modelos que podrían ser en breve producidos en serie. Es el caso por ejemplo del Honda Numo, que combina un motor de 50 cc y 4 tiempos y un bloque eléctrico. Por su parte, la pila de combustible se vale del oxígeno del aire para transformar en electricidad la energía química contenida en un carburante, que en el caso de los prototipos de motos suele ser hidrógeno o metanol. Prototipos como la Honda FC Stack o la Yamaha FC-me utilizan esta tecnología, aunque el proceso de obtención del combustible, la implantación de la red de suministro y la dificultad de transportar hidrógeno en una moto dificultan su desarrollo.
No obstante, los especialistas del sector apostillan que este tipo de vehículos se encuentra en su mayor parte en la fase de prototipo. En definitiva, se trata de modelos más caros que los convencionales, en ocasiones con menos prestaciones y cuyo combustible no es tan fácil de conseguir, por lo que los potenciales clientes se muestran todavía algo remisos a la compra de estos vehículos.
Imagen: ENVLa empresa Intelligent-Energy, con sede en Leicestershire, Inglaterra, ha anunciado que pondrán a la venta, antes de final de año, sus modelos de motocicleta a hidrógeno o Vehículo de Emisiones Naturales (ENV). Según sus creadores, este tipo de moto no contamina (sólo expulsa vapor de agua); es muy silenciosa, puesto que sólo se escucha la fricción de las gomas; se mueve con suavidad y es fácil de controlar; y sus prestaciones son muy interesantes: acelera como una moto de 125cc, alcanza los 80 km/hora y puede recorrer 160 kilómetros sin repostar.
Sin embargo, los responsables de Intelligent-Energy también reconocen los inconvenientes que en general tienen los vehículos de hidrógeno en la actualidad, aunque aseguran que con el desarrollo de este mercado, los grandes fabricantes se verán obligados a buscar soluciones a dichas trabas. En este sentido, aunque la moto no produce los gases contaminantes de los motores de combustión, la producción del hidrógeno sí necesita actualmente utilizar combustibles fósiles. Asimismo, no hay una red de estaciones de servicio para repostar hidrógeno, y finalmente, el precio de estas primeras motos (unos 9.226 euros) no la hace competitiva.