Papel higiénico: de residuo a biocombustible renovable

Desde su producción hasta su eliminación, el papel higiénico es muy contaminante. Un grupo de empresas está desarrollando un proyecto innovador que transforma este residuo en bioetanol
Por Sonia Recio 24 de julio de 2024
Reutilizar el papel higiénico como bioetanol
Imagen: Shutterbug75
El papel higiénico es un producto indispensable en la mayoría de los hogares del mundo, pero su producción y eliminación tienen un impacto ambiental importante. Su fabricación consume grandes cantidades de agua y energía, además de que genera emisiones de gases de efecto invernadero. Y hacerlo desaparecer contribuye a la contaminación del agua y los suelos. Para mitigar este peaje ecológico, un grupo de empresas valencianas ha desarrollando el proyecto CELEBRE, que transforma el papel higiénico recuperado de aguas residuales y residuos urbanos en biocombustibles renovables, como el bioetanol. También explora la viabilidad de recoger y dar una segunda vida a los restos de celulosa de la poda de parques y jardines, así como a los pañales y productos de higiene íntima. A continuación, explicamos en qué consiste este revolucionario proyecto.

Bioetanol a partir de papel higiénico usado

El propósito de CELEBRE es reducir la dependencia de recursos fósiles mediante la transformación de desechos en bioetanol. Para ello, se centra en renovar la celulosa del papel higiénico que circula por la red de saneamiento, así como la existente en pañales y otros productos de higiene íntima, recogidos de forma selectiva. El material vegetal procedente de la poda de parques y jardines se sumará también a este proceso.

El Instituto Valenciano de Competitividad e Innovación (Ivace+i) y la Unión Europea, a través del programa FEDER Comunitat Valenciana (2021-2027), han financiado el proyecto CELEBRE. La iniciativa está siendo coordinada por la empresa castellonense FACSA, cuenta con la colaboración de la gestora de residuos FOVASA y la compañía de ingeniería INDETEC.

​✔️ Tres pasos para transformar el papel higiénico

CELEBRE, que combina diversos tratamientos innovadores para maximizar el aprovechamiento eficiente de los desperdicios, se desarrolla en tres fases:

  • 🧻 1. Recuperación de celulosa. En esta fase inicial, se filtran y tamizan los flujos de agua residual para recuperar la celulosa.
  • 🧻 2. Tratamiento químico. Los residuos de celulosa recuperados se someten a un tratamiento químico que facilita el acceso a los azúcares simples que componen la celulosa.
  • 🧻 3. Fermentación biológica. Las bacterias fermentan estos azúcares simples para producir bioetanol.

El objetivo final es diseñar, construir y validar un prototipo inicial que permita evaluar a pequeña escala la viabilidad de implementar biorrefinerías. Estas biorrefinerías producirán biocombustibles, lo que acelerará la transición hacia un modelo de economía circular. Este prototipo sentará las bases para un escalado industrial a medio plazo, asegurando el despliegue masivo de estas tecnologías.

renovar la celulosa del papel higiénico
Imagen: jarmoluk

Bioetanol, una alternativa ecológica a los combustibles fósiles

El bioetanol es un alcohol de origen vegetal obtenido de plantas ricas en celulosa, como la caña de azúcar, el maíz, el trigo, la remolacha azucarera y los residuos forestales. Se logra a partir de la fermentación de azúcares o almidón presentes en la biomasa.

Hay dos tipos de bioetanol:

  • De primera generación, producido a partir de materias primas agrícolas, como el maíz, la caña de azúcar o el trigo, cultivadas en exclusiva para este fin.
  • De segunda generación, obtenido a partir de biomasa lignocelulósica, como residuos forestales, agrícolas o, incluso, residuos sólidos urbanos. Este es el tipo que se desarrolla en el proyecto CELEBRE.

​👉 Para qué sirve el bioetanol

El bioetanol se puede utilizar para producir energía térmica, a través de calderas y estufas específicas, o para generar electricidad.

Además, desempeña un papel crucial en la promoción de un modelo de movilidad más sostenible. Mezclado con gasolina en diferentes proporciones, supone una alternativa más ecológica para los motores de combustión, ya que contribuye de forma significativa a la reducción de emisiones de dióxido de carbono. Esta práctica se alinea con la estrategia de residuo cero y neutralidad climática promovida por la Unión Europea.

¿Cuánto contamina el papel higiénico?

El papel higiénico se fabrica con fibra vegetal de árboles como el pino, el abeto y el eucalipto. Esta fibra se mezcla con agua y sustancias químicas para darle suavidad y resistencia. Aunque algunos fabricantes usan materiales reciclados, no todos lo hacen, por lo que es importante verificar si el papel higiénico que compramos proviene de materiales reciclados.

Producir una tonelada de papel virgen requiere entre 2 y 3,5 toneladas de árboles, lo que equivale a 28-49 árboles. Se estima que un árbol puede producir 1.500 rollos de papel higiénico. Además, cada rollo requiere 140 litros de agua, lo que implica una huella hídrica muy elevada.

Hasta que llega a nuestras casas, el papel higiénico recorre largas distancias, produciendo una considerable contaminación y una elevada huella de carbono. Por si fuera poco, generalmente se vende en bolsas de plástico, cuya producción también genera una alta tasa de contaminación.

Cuánto contamina fabricar papel higiénico
Imagen: Lehoo88

¿Cuánto papel higiénico consumimos?

Según un estudio realizado por el fabricante de piezas de baño QS Supplies, China lidera el consumo mundial de papel higiénico. En este país, utilizan 6.448 millones de kilómetros de papel al año, lo que requiere la tala de unos 47 millones de árboles. Esta cantidad de papel desenrollado podría llegar hasta Plutón.

Estados Unidos ocupa el segundo lugar en este ranking, con 4.267 millones de kilómetros anuales, necesitando unos 31,1 millones de árboles para su producción. Japón, Alemania y el Reino Unido le siguen en la lista.

España se encuentra en la novena posición en consumo global de papel higiénico, con un promedio de 85 rollos por persona al año. En contraste, Portugal, siendo un país pequeño, tiene el mayor consumo per cápita del mundo. Un portugués utiliza 11.323 rollos a lo largo de su vida, aproximadamente 137 rollos al año.

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