La cumbre de Marrakech (COP 22) terminó con el objetivo de continuar los compromisos adquiridos en la anterior cumbre de París en la lucha contra el cambio climático. Las Navidades no parecen unas fechas muy adecuadas para conseguir reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO2), principal gas de efecto invernadero implicado en el calentamiento global. O sí. Los consumidores pueden asumir los seis consejos que señala este artículo para reducir su impacto climático y ambiental durante las fiestas navideñas.
1. Consumir productos con una huella de carbono baja
La huella de carbono, un concepto similar al de huella ecológica, se centra en concienciar a los ciudadanos sobre el impacto que tienen sus emisiones de CO2 en el cambio climático. Las Navidades son uno de los momentos del año en el que aumenta el consumo de determinados productos y servicios, como los alimenticios, un sector que representa entre el 20% y el 25% de las emisiones de CO2 globales, según diversos estudios. Una buena opción para preparar las comidas y cenas navideñas y reducir nuestra huella de carbono es la elección de productos locales o de kilómetro cero, frescos, de temporada, no envasados ni procesados.
2. Evitar el derroche energético y aumentar la eficiencia
Una buena opción para las comidas y cenas navideñas y reducir nuestra huella de carbono son los productos locales o de kilómetro ceroEl aumento del consumo de energía, basado en gran parte en el uso de combustibles fósiles, es uno de los grandes responsables del incremento de las emisiones de CO2. Diversas medidas contribuyen a reducirlo, y de paso ahorrar dinero, como utilizar en lo imprescindible la iluminación o los aparatos eléctricos y electrónicos; mejorar el aislamiento térmico de la vivienda para reducir la necesidad de calefacción; o aumentar el empleo de sistemas más eficientes, como bombillas de bajo consumo o electrodomésticos de clase energética A+++.
3. Hacerse cliente de una comercializadora de electricidad verde
Las energías renovables no generan emisiones de CO2 y, por tanto, son una alternativa interesante a los combustibles fósiles en la lucha contra el cambio climático. Una buena acción de Año Nuevo puede consistir en darse de alta en cualquiera de las más numerosas comercializadoras de electricidad verde. Además de sus beneficios ambientales, los ciudadanos pueden contratar tarifas similares e incluso más baratas que las compañías convencionales, formar parte como uno más en el caso de las cooperativas y apostar por otro modelo energético.
4. Utilizar productos de madera sostenible y que apoyen la reforestación
Los árboles actúan como «sumideros de carbono», es decir, retienen el CO2 y evitan que llegue a la atmósfera. El consumo de productos que promueven la utilización sostenible de este recurso natural, como los certificados con el sello FSC, pueden ser una forma de ayudar. El papel de regalo o las felicitaciones navideñas con dicha ecoetiqueta son dos ejemplos. Otra opción es participar en las cada vez más diversas iniciativas para plantar árboles.
5. Sustituir los viajes en coche por transportes más sostenibles
Uno de los mayores causantes de emisiones de CO2 es el transporte por carretera: en España produce el 25% de las emisiones domésticas totales (en Europa, el 20%) y podría ser incluso mayor, tras haberse descubierto el fraude de las emisiones en el sector automovilístico. En Navidades aumentan los desplazamientos para visitar a la familia o los amigos, de modo que es un buen momento para practicar una movilidad más sostenible, basada en el transporte público, o utilizar el coche de manera compartida para aprovecharlo al máximo y reducir el número de vehículos. Y como uno de los posibles regalos navideños está hacerse con una bicicleta urbana, tanto convencional como eléctrica, para los desplazamientos diarios.
6. Asumir actitudes de consumo sostenibles
Los consumidores pueden hacer más por la lucha del cambio climático de lo que creen, y en Navidades es una buena oportunidad de demostrarlo. Así, se puede hacer una compra reflexionada de obsequios, apostando por la calidad en vez de la cantidad; realizar un consumo ajustado para evitar desperdiciar alimentos y otros productos; reutilizar los objetos o juguetes en buen estado que ya no se usan para que se conviertan en nuevos regalos; elaborar presentes artesanos; reciclar los residuos en el contenedor adecuado; o reclamar a las instituciones medidas para que se cuide del medio ambiente también durante las Navidades.
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