La Comisión Europea decidió ayer que los animales domésticos dispongan a partir de julio de 2004 de un pasaporte para viajar dentro de la Unión Europea (UE) con el objetivo de controlar si están vacunados contra la rabia. Sólo estarán obligados a poseer este pasaporte los perros, gatos y hurones que viajen de un país comunitario a otro, excepto en caso de que sus dueños viajen con ellos al Reino Unido, Irlanda o Suecia, donde existen otras reglas diferentes.
Los propietarios de estos animales podrán obtener el documento al vacunarlos contra la rabia en el veterinario y tendrán que pagar a cambio una cantidad que será establecida por los gobiernos de los estados miembros.
Además de la información sobre la vacuna de la rabia, el pasaporte de los animales contendrá datos sobre el propietario, su domicilio, la descripción del animal, su fecha de nacimiento y una foto. Informará también sobre si ha recibido tratamiento antigarrapatas, contra echinococcus (tenia que causa quistes en el hígado) u otras vacunas, e incluirá la fecha del último examen clínico.
Con esta medida, Bruselas completa la regulación de los traslados de animales en el seno de la Unión. Hasta ahora, sólo existían normas comunitarias para los traslados con fines comerciales. El Ejecutivo comunitario prevé también que esta iniciativa facilite los desplazamientos con animales, puesto que hasta el momento existían diferentes tipos de documentos para controlar su estado de salud. Además, facilitará el trabajo de los veterinarios, puesto que dicho pasaporte les permitirá comprobar cuál es el historial médico del animal.