La denominan fantasma porque pesca incluso después de que sus dueños la han dado por “muerta”. Las miles de toneladas de redes de deriva y otros equipos de pesca perdidos en el mar atrapan todo tipo de animales marinos, que mueren de forma lenta. A pesar de la prohibición de las redes de arrastre, otro tipo de equipos causan en la actualidad un daño similar o peor. La ONU propone diversas medidas necesarias para evitar que aumente el daño a los ecosistemas durante los próximos años.
Pesca fantasma: por qué es tan dañina
Cestas, trampas y, sobre todo, redes de deriva. Cuando se pierden en el mar siguen capturando de forma indiscriminada a todo tipo de animales, desde cetáceos a tortugas o aves. Es la denominada pesca fantasma. Su efecto silencioso pero letal puede durar meses, e incluso años, dados los resistentes materiales de los que están fabricados los equipos de pesca. Para algunos de estos seres vivos, se convierte en un riesgo más que aumenta su peligro de extinción, como la foca monje del Mediterráneo.
640.000 toneladas de equipos de pesca se pierden en los océanos cada añoLa pesca fantasma supone una muerte lenta y agónica para sus víctimas. Los animales quedan atrapados y mueren asfixiados, se convierten en fáciles cebos para los depredadores o pierden alguno de sus miembros al intentar escapar. El suelo marino y las especies que dependen de él, como la posidonia, también pueden resultar dañados.
En 2009, un informe de las organizaciones de Naciones Unidas FAO y PNUMA trataba sobre el problema de la basura marina y, en particular, sobre la pesca fantasma. Sus responsables calculaban que los océanos del planeta reciben al año 6,4 millones de toneladas de residuos, de los que el 10% (640.000 toneladas) son equipos de pesca. Se estima que por este motivo mueren cada año más de un millón de aves y unos cien mil mamíferos marinos.
En España, según datos de la Agencia SINC, se extravían más de 6.000 redes al año en el Cantábrico y hasta 3.342 toneladas de materiales de pesca en el Mediterráneo.
Las flotas pesqueras desperdician así una gran cantidad de recursos y ponen en peligro no solo el futuro de su negocio, sino la integridad de sus marineros: los equipos de pesca extraviados y sin control pueden causar accidentes y dañar las naves.
Así son los causantes de la pesca fantasma
La prohibición en 1992 de las redes de arrastre redujo la cantidad de muertes por pesca fantasma. Sin embargo, las flotas utilizan otro tipo de equipos que causan un daño similar o incluso peor. Las redes de mallas o agalleras forman un muro vertical de entre 600 a 10.000 metros bajo el mar para atrapar todo a su paso. Su borde inferior se ancla al suelo marino y su borde superior se coloca en la superficie mediante flotadores.
Por su parte, las trampas tienen porcentajes de pérdidas altos y causan daños meses después de haberse dado por perdidas. En la Bahía de Chesapeake (EE.UU.), se estima que del medio millón de trampas para cangrejos instaladas se pierden unas 150.000. En la isla caribeña de Guadalupe se pierde la mitad de las 40.000 trampas durante la temporada de huracanes.
Cómo combatir la pesca fantasma
Los responsables del informe de la FAO y PNUMA subrayaban que los efectos de la pesca fantasma empeorarán en los próximos años si no se toman medidas efectivas:
- Revisar la legislación internacional para la prevención de la contaminación de los barcos, en concreto la de los equipos de pesca.
- Promover primas para que los pescadores informen de la pérdida de aparejos y para los que encuentren y lleven equipos extraviados.
- Incentivar el uso de nuevas tecnologías para reducir y localizar los equipos perdidos. Las posibilidades son diversas: marcarlos, controlarlos con sistemas como el GPS, promover el uso de la información meteorológica para no salir a faenar con mal tiempo, utilizar materiales biodegradables y oxidegradables que se desintegren en poco tiempo, redes con salidas de socorro o dispositivos sonoros, etc.