Las principales asociaciones de fabricantes de automóviles y motores han pedido a los gobiernos la supresión definitiva de la gasolina con plomo para el año 2005 en todo el mundo, con el fin de reducir las emisiones contaminantes de los vehículos.
Así consta en la tercera edición del World-Wide Fuel Charter (WWFC), un documento elaborado por las asociaciones de fabricantes de automóviles de Europa, Estados Unidos y Japón, así como por la Asociación de Fabricantes de Motores.
El documento recuerda que la Declaración de Dakar, de junio de 2001, recomendaba ya la supresión de la gasolina sin plomo antes de 2005, y recuerda que actualmente cincuenta países de todo el mundo siguen autorizando el uso de gasolina con plomo.
El WWCF añade que el plomo es un aditivo que se agrega a la gasolina para aumentar el octanaje, y que provoca una mayor contaminación y perjudica a los sistemas de control de emisiones de los automóviles. «El plomo -afirma el texto- representa una barrera para la introducción de catalizadores que reducen las emisiones contaminantes en un 90%. Además, impide la armonización global de la tecnología en el sector del automóvil».
En España, la gasolina con plomo (súper) se suprimió en 2001 por una equivalente, también de 97 octanos, pero en la que en lugar de plomo se usa un aditivo a base de sales de potasio.