💧 ¿Qué se considera agua de baño?
El seguimiento y el control de la calidad de las aguas de baño se establece en la directiva 2006/7/CE. En España se transpuso al ordenamiento jurídico a través del Real Decreto 1341/2007. Se entiende por agua de baño “cualquier elemento de aguas superficiales donde se prevea que puedan bañarse un número importante de personas o exista una actividad cercana relacionada directamente con el baño y en el que no exista una prohibición permanente de baño ni se haya formulado una recomendación permanente de abstenerse del mismo y donde no exista peligro objetivo para el público”.
El objeto de esta normativa europea es preservar la salud pública en una actividad recreativa tan extendida como el baño. “Determina tanto los parámetros que hay que controlar como los métodos de muestreo y las frecuencias. La ventaja de contar con un sistema común es la comparabilidad de los datos relativos a la calidad de las aguas de baño en el territorio europeo”, explica Carmen Coleto, doctora en Biología.
💧 Dónde está prohibido el baño
Podríamos entender que, salvo que haya una prohibición explícita, el uso recreativo de cualquier río, pantano o lago está permitido. Coleto nos saca del error. “Existen muchos lugares en los que el alto valor ecológico, la fragilidad ambiental de la zona o la preservación de la biodiversidad y del medio natural hacen necesaria la restricción de usos, entre ellos del baño. Por ejemplo, en zonas pertenecientes a la Red Natura 2000, zonas dentro de Parques Naturales o Nacionales, etc. no está permitido el baño”, puntualiza.
También hay áreas donde la actividad del baño está vetada porque la calidad de las aguas es deficiente y puede ser perjudicial para la salud pública. “Por ejemplo, aguas abajo de grandes núcleos urbanos que reciben los efluentes de las estaciones depuradoras de agua residual (EDAR) o de industrias contaminantes que empeoran su calidad”, apunta la doctora.
💧 Aguas aptas para el baño
La buena noticia es que, dentro del contexto europeo, España goza de una buena salud general de las aguas de baño. De acuerdo con el último estudio emitido por los Estados miembros, de 2021, nuestro país cuenta con un 87,4 % de sus aguas de baño en calidad “excelente”.
Como parte de la información ambiental disponible al público, el Ministerio de Sanidad publica anualmente el “Informe Nacional de Calidad de las Aguas de Baño”. El último, de 2020, valoró el estado de las 2.239 zonas de baño: el 88,5 % fueron catalogadas como de categoría “excelente”.
🏊 ¿Cómo saber dónde está permitido el baño?
Como ciudadanos, podemos obtener información sobre la calidad de aguas de baño, tanto desde el punto de vista sanitario como ambiental, a través del Sistema de Información Nacional de Aguas de Baño (NAYADE).
Además, muchas comunidades autónomas cuentan con sus propios sistemas de información pública sobre la calidad del agua. “La normativa nacional y autonómica establece que en cada zona de baño se instalen paneles con la información básica necesaria para conocer si es seguro el uso recreativo como agua de baño de un determinado enclave”, revela Coleto.
🏊 ¿Cómo se mide la calidad del agua?
El control de calidad de las aguas de baño se efectúa antes y durante la temporada de baño. En total deben obtenerse, al menos, ocho muestras en chequeos programados. En función de estos resultados, las aguas se clasifican como insuficiente, suficiente, buena o excelente.
“Se han de controlar analíticamente, al menos, la presencia y concentración de microorganismos indicadores de contaminación fecal, tales como la Escherichia coli y los enterococos intestinales”, indica Coleto.
El examen se completa con una inspección visual para determinar otros parámetros. “Como la transparencia del agua y si existe contaminación o presencia de medusas, residuos alquitranados, cristal, plástico, caucho, madera, materias flotantes, sustancias tensioactivas, restos orgánicos o cualquier otro residuo u organismo”, indica la experta.
Y añade que, en algunas zonas de baño, especialmente en embalses y aguas costeras, “es muy importante tener en cuenta el control de las floraciones algales porque, en ocasiones, se producen toxinas que pueden ser muy peligrosas para la salud humana y animal”.
💧 ¿Por qué no deberíamos sumergirnos en aguas contaminadas?
Bañarse en unas aguas que no cuenten con el control sanitario y ambiental regulado en la normativa puede ocasionar problemas de salud a los bañistas. Coleto advierte que “la contaminación microbiológica de origen fecal puede provocar afecciones gastrointestinales y dermatológicas”.
Adicionalmente, las floraciones algales producen, en ocasiones, toxinas que pueden resultar muy peligrosas:
- “Bajo determinadas condiciones ambientales las floraciones de cianobacterias u otros organismos fitoplanctónicos pueden producir concentraciones de toxinas. Se clasifican según los efectos que producen sobre los seres humanos y los animales: hepatotoxinas (afectan a las células del hígado), neurotoxinas (afectan a la transmisión del impulso nervioso) y dermotoxinas (afectan a la piel)”.
- También se han descrito afecciones gastrointestinales de relevancia de algunas de estas toxinas. “Las vías de exposición son por ingestión, por inhalación de aerosoles o por simple contacto cutáneo”, concluye la doctora.