El planeta se ahoga en envases de un solo uso. Cada año se vierten a la naturaleza 100 millones de toneladas de residuos plásticos y la décima parte acaba en el mar. Si se mantiene este ritmo de producción y consumo de plásticos, en 2030 habrá en el mundo un 40 % más. Mucha atención al condicional “si se mantiene el ritmo”, porque estamos a tiempo de cambiar la tendencia. Conoce cómo.
Los datos que rodean la contaminación abusiva por plástico son escandalosos y, además, difíciles de esconder: está en todas partes y ya no se puede disimular su presencia. Representa el 95 % de los residuos que flotan en el Mediterráneo, restos en su mayoría procedentes de Turquía y España, pero también de Italia, Egipto y Francia. La concentración en este mismo mar, por dar una cifra concreta, es de 1,25 millones de fragmentos por kilómetro, un nivel casi cuatro veces superior al de la «isla de plástico» del Pacífico.
El 90 % de las aves marinas tienen fragmentos en su estómago. Un estudio realizado por dos universidades británicas destaca que todos los mejillones estudiados, procedentes de las costas británicas y del resto del mundo, contienen restos sintéticos. Y se estima que al año mueren unos 100.000 animales marinos: las tortugas, por ejemplo, confunden las bolsas con medusas y mueren atragantadas.
Es innegable. Estamos sumergidos en plena crisis del plástico. La única manera de revertir la situación y conseguir sobrevivir a los residuos es actuar desde ahora mismo. La Unión Europea ya ha tomado cartas en el asunto y en 2021 los productos de un solo uso, como pajitas, bastoncillos, cubiertos, platos o vasos, estarán prohibidos. Pero en nuestras manos está no dejar pasar dos años, optar por soluciones individuales y exigir a los gobiernos objetivos ambiciosos de reducción de la contaminación.
En WWF le hemos declarado la guerra al plástico hace mucho tiempo. Para recordar la urgencia de actuar, el 8 de junio, Día de los Océanos, lanzamos una acción submarina en el Museo Atlántico de Lanzarote, donde nos sumergimos para denunciar la gran amenaza que supone este tipo de contaminación en nuestros océanos. La acción consistió en «atrapar en plástico» las esculturas sumergidas a 14 metros de profundidad como símbolo de lo que nos espera si no cambiamos la tendencia.
Esta denuncia es parte de la campaña #NaturalezaSinPlásticos, con la que pedimos al Gobierno que actúe contra el uso desmedido de plásticos innecesarios y apostamos por la sensibilización de la ciudadanía sobre la necesidad de ir tomando pequeñas decisiones diarias que pueden hacer mucho por el planeta.
¿Qué puedes hacer tú?
No siempre es fácil evitar la cantidad enorme de recipientes y envases que tenemos cerca, pero poco a poco se puede ir evitando los que de verdad no son necesarios. Ya existen muchas soluciones y alternativas de recipientes, envases o utensilios de uso diario elaborados con otros materiales, como madera, celulosa, vidrio o materiales biodegradables.
Y si quieres unirte a más personas que están tan preocupadas como tú y quieres pedirle al Gobierno más ambición, súmate a #NaturalezaSinPlásticos.