El Gobierno de Portugal intenta provocar la lluvia mediante la liberación de productos químicos en la atmósfera. Se trata de una de las medidas que está llevando a cabo por la creciente preocupación en amplias zonas de Portugal debido a la prolongada sequía que les asola.
La iniciativa, que realizará la Universidad Lusófona con el apoyo de la Fuerza Aérea portuguesa, cuenta con un avión «C-130 Hércules» de la Fuerza Aérea (FAP) que liberará en la atmósfera yódico de plata (un anhídrido resultante de la combinación de yodo y oxígeno) y clorato potásico sobre las regiones de Coimbra, Castelo Branco y Evora.
Estos elementos tienen que actuar como aglutinadores del agua en suspensión que, con el aumento de peso de las partículas, se espera que caigan como lluvia y sean el origen de una reacción en cadena en las regiones referidas. Así lo ha manifestado la FAP en un comunicado.
Los agentes liberados en este proyecto, que también cuenta con la colaboración del Instituto de Estudios Ambientales y Meteorología y de la propia Fuerza Aérea, no son nocivos para la salud. Ese mismo Instituto consideró que el pasado mes de enero fue el más seco en Portugal de los últimos cien años, con precipitaciones un 20% inferiores a lo habitual, lo que ha obligado a que la situación en ciertas regiones reciba la clasificación de «sequía extremada».