Suelos fértiles contaminados, agua y aire convertidos en veneno si se beben o respiran… son algunas de las consecuencias de los pesticidas caducados. Al ser un problema que no afecta de forma directa a los países desarrollados, no llama la atención, pero provoca graves efectos en el medio ambiente de todo el planeta y que unos tres millones de personas cada año se envenenen y unas 20.000 mueran, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Este artículo señala el problema ambiental y sanitario de los pesticidas caducados, cómo acabar con ellos y los principales tipos de plaguicidas.
Pesticidas caducados: un grave problema ambiental y sanitario desconocido
Unas 250.000 toneladas de pesticidas caducados están diseminados en todos los países en vías de desarrollo, según estimaciones de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Estos productos químicos tóxicos, con frecuencia mal almacenados, pueden contaminar suelos fértiles transformándolos en residuos peligrosos. Si llegan a las aguas superficiales o subterráneas, contaminan lagos y ríos locales, además de que el viento puede propagar polvos tóxicos a grandes distancias. La incineración de los mismos también genera emisiones nocivas. Una cantidad relativamente pequeña puede provocar una gran contaminación en el entorno. Un ejemplo: unas 30 toneladas de pesticidas enterrados en una zona de Yemen en los años 80 del siglo pasado contaminaron más de 1.500 toneladas de suelo.
Unas 20.000 personas mueren al año en el mundo por pesticidas obsoletosLos plaguicidas obsoletos pueden absorberse al contacto de la piel, inhalarse en forma de polvo o vapor o ingerirse en la comida o el agua contaminada. El peligro de envenenamiento es muy alto, y muchas personas, en especial niños, han sido víctimas al beber pesticidas de botellas utilizadas para almacenar bebidas corrientes o para cocinar o cultivar. Los síntomas de envenenamiento crónico incluyen debilidad física, estado letárgico, pérdida de la memoria y la concentración, ansiedad, daños en el sistema reproductivo, pérdida temprana de embarazos, cáncer, etc.
Los recipientes en desuso que contienen estos pesticidas caducados pueden ser igual de peligrosos. En los países en desarrollo a menudo se emplean para almacenar comida o agua, que acaba contaminada. Cuando los plaguicidas se venden en tamaños que exceden las necesidades de los usuarios, una buena cantidad se pierde. Los bidones grandes pueden deteriorarse con rapidez y tener fugas. Los plaguicidas a granel se suministran en barriles metálicos de 200 litros o en sacos de polvo de 25 kilos.
Como problemas añadidos se encuentran los plaguicidas falsificados, importados ilegalmente y adulterados, los productos con unas características vendidos para otras distintas o las donaciones que no cubren las necesidades reales de su país receptor.
Cómo acabar con los plaguicidas obsoletos
Según el Código Internacional sobre Conducta para la Distribución y la Utilización de Plaguicidas, los fabricantes y distribuidores deben proveer los medios para que sus usuarios los eliminen de modo inocuo, además de que las autoridades nacionales y locales también deben ayudar. Sin embargo, la FAO subraya que «muy a menudo resulta extremadamente difícil o imposible determinar quién es el dueño. En muchos casos los ‘propietarios’ ya no existen».
Por ello, la FAO, desde su Programa de prevención y eliminación de plaguicidas obsoletos sostiene que los gobiernos, los fabricantes y distribuidores, las organizaciones multinacionales y las agencias de ayuda tienen un papel que jugar en la limpieza de estas reservas y en asegurar que no se acumulen, porque todos han contribuido en este problema.
La destrucción de pesticidas caducados y la recuperación del entorno contaminado es muy caro y técnicamente complejo. En algunos casos el daño es irreversible y trasciende las fronteras locales. Los responsables de la FAO estiman que se necesitarán cerca de 1,14 millardos de euros para destruir todas las existencias. Los expertos subrayan que la mejor medida para combatirlos es reducir su uso con otras técnicas de control de plagas.
Además de la FAO o la OMS, diversas organizaciones trabajan para eliminar los pesticidas obsoletos. CropLife International, que reúne a los productores de plaguicidas más importantes del mundo, participa desde 1991 en operaciones de limpieza en todo el planeta. Sus responsables han invertido unos 27 millones de euros en financiamiento directo y en fondos para estudios en el Programa Africano de plaguicidas en desuso. La Asociación Internacional de HCH y Pesticidas (IHPA) es una organización sin ánimo de lucro que trabaja para eliminar los pesticidas obsoletos a nivel internacional.
Principales tipos de pesticidas
Los pesticidas protegen las cosechas de las plagas e incluso se utilizan para combatir enfermedades como la malaria. Miles de formulaciones diferentes se usan para producir una amplia gama en todo el mundo: insecticidas, fungicidas, herbicidas, larvicidas, acaricidas, rodenticidas, molusquicidas, nematicidas, etc. Algunos de ellos, como los órganoclorados o muchos de los organofosfatados, han sido prohibidos o se han restringido de forma muy severa en muchos países por su alta toxicidad.