El 55 % de la población española utiliza gafas, según datos del ‘Libro Azul 2020’ del Consejo Europeo de Ópticos-Optometristas. Además de herramienta básica para nuestra vida diaria, las gafas, aunque sean graduadas, son un complemento de moda que muy a menudo sustituimos por diseños más atractivos. Con estos datos, podemos hacernos una idea de los residuos que se generan. Pero ¿nos hemos plateado cómo y dónde reciclarlas? A veces la solución más simple es la más acertada. Podemos llevarlas al establecimiento donde empezó todo, donde en su momento las compramos. Pero hay otras opciones. Te lo contamos.
Miopía, hipermetropía, astigmatismo, presbicia… Son alteraciones de nuestra visión cuya única forma de corrección —si exceptuamos la cirugía— consiste en el uso de gafas. Básicamente, las gafas están compuestas de una montura, que puede ser metálica o de plástico, y de unos cristales graduados que nos devuelven la visión nítida que hemos ido perdiendo a lo largo del tiempo.
¿Qué hacer con las gafas graduadas que no usamos?
Los problemas de visión pueden acentuarse con el paso del tiempo, o bien combinarse con otros distintos. La miopía, por ejemplo, puede unirse con la edad a la presbicia o a la hipermetropía, dando origen a necesidades nuevas como las gafas progresivas. Por mucho que deseemos limpiar bien las gafas para ver mejor, será inútil. Habrá llegado el momento de desprenderse de las gafas viejas, de graduarse la vista y de encargar un nuevo par al establecimiento óptico de confianza. En este punto, surge el interrogante de qué hacer con nuestras antiguas gafas graduadas.
En este sentido, hay buenas noticias. En España existen en torno a 10.000 establecimientos ópticos, según la ‘Guía de grupos y franquicias de óptica 2021’. Se trata de uno de los países con mayor número de ópticas por cada millón de habitantes. Y buena parte de estos negocios están preparados para aceptar nuestro viejo par de gafas. Estos establecimientos disponen de sistemas de recogida, sobre todo en las grandes ciudades como Madrid, Barcelona, Sevilla… Porque si las gafas se encuentran aún en buen estado, la óptica las trata para su posterior donación a personas que las necesiten.
Sitios para donar gafas usadas
Antes de arrojar despreocupadamente nuestras gafas usadas al cubo de la basura, debemos tener presente que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 90 % de las discapacidades visuales se concentran en países con ingresos bajos, patologías que, de tomarse las medidas necesarias, podrían corregirse o evitarse. Se calcula que una cuarta parte de la población del planeta podría mejorar la calidad de su vista gracias al uso de gafas según la OMS.
Imagen: pasja1000
La donación es una vía eficaz para atenuar esta enorme injusticia. Y hay instituciones que se han puesto manos a la obra. La organización Lions Club International, que trabaja distintas temáticas solidarias, tiene en el reciclaje y recogida de gafas una de sus actividades más populares. Algunas ópticas también han habilitado puntos de recogida para que el ciudadano pueda donar las gafas que ya no necesita.
Hay muchas otras organizaciones que pueden hacerse cargo de nuestras gafas por donación. Por ejemplo, la organización Abre sus ojos, sin ánimo de lucro, tiene como fin mejor la calidad visual de las personas con discapacidad. La ONG Medicusmundi dispone, por su parte, de una campaña de recogida de gafas usadas en colaboración con cadenas de tiendas donde se venden. Por su parte, Optics Per Mon es otro ejemplo de ONG, fundada por estudiantes de la Facultad de Óptica de Terrassa, que se dedica a la recogida de gafas usadas para países muy necesitados.
¿Cómo reciclar por nuestra cuenta las gafas usadas?
Si, por el contrario, las gafas de las que nos queremos deshacer son ya inservibles, los especialistas del establecimiento óptico donde las hayamos comprado podrán asesorarnos de forma adecuada sobre qué hacer. Si los cristales están rotos, las patillas y montura están muy deterioradas y las gafas no pueden tener esa tan deseada segunda vida, o bien no disponemos de una óptica cercana, debemos desprendernos de ellas en distintos contenedores con arreglo a los criterios concretos de su composición. En general, las indicaciones son sencillas, pero puede que alguno de los elementos que componen las gafas nos pueda inducir a considerarlas como cosas raras a la hora de reciclar.
- Montura. Normalmente, la montura debiera depositarse como un residuo de la fracción Resto o Rechazo. Es decir, en el contenedor de la basura normal. Si estuvieran fabricadas con un material reciclable natural —como la madera— se depositarían en el contenedor de residuos orgánicos.
- Cristales. La única opción, en este caso, es arrojarlos al contenedor de la basura normal.