De los contenedores de reciclaje urbano, el amarillo es el que recibe más impropios (residuos no depositados de forma correcta, como un CD). Una reciente campaña de concienciación para reducir este problema en Cataluña generaba una polémica que muestra las diferencias entre los principales actores del reciclaje en España. Instituciones, empresas y ecologistas coinciden en la importancia de reciclar y animan a los consumidores, pero discrepan sobre los resultados. Este artículo explica la polémica sobre los residuos impropios del contenedor amarillo, cuántos envases se reciclan y qué se debe reciclar en el contenedor amarillo.
Los residuos impropios del contenedor amarillo
El objetivo de la reciente campaña «Envàs on vas?» (Envase, ¿dónde vas?) ha sido concienciar a los ciudadanos catalanes para que reduzcan la cantidad de los residuos impropios, «uno de los grandes problemas que dificultan el proceso de reciclado», sostiene Antonio Barrón, director de comunicación de Ecoembes, la sociedad sin ánimo de lucro gestora de los residuos del contenedor amarillo y azul. A pesar de la mejoría de los últimos años, el amarillo es el que más impropios recibe de los contenedores de reciclaje urbanos.
En España hay más de medio millón de contenedores amarillos y azulesDiversos colectivos han criticado la campaña. La ONG ecologista Ipcena llamaba a los consumidores a «desobedecerla«. El Colegio de Ambientólogos de Cataluña (COAMB), más mesurado, afirmaba que se debían «afinar los contenidos de la campaña y reflexionar sobre las estrategias actuales de comunicación y su impacto en la ciudadanía, para evitar un posible efecto rebote o de desobediencia o fatiga ecológica».
Barrón señala que «‘Envàs on vas?’ recoge los mismos mensajes que llevamos 15 años trasladando al ciudadano: en el contenedor amarillo solo deben depositarse envases de plástico, latas y briks. Gracias a esta campaña, muchos ciudadanos han descubierto que cometían pequeños fallos al reciclar y hoy lo hacen un poco mejor».
¿Cuántos envases se reciclan?
La polémica suscitada muestra las diferencias entre los principales sectores involucrados en el reciclaje en España. Los últimos datos ofrecidos por Ecoembes señalan que en 2011 se reciclaron 1,21 millones de toneladas de envases, «el equivalente a 90 estadios de fútbol repletos», aclara Antonio Barrón. Según este responsable, «alcanzamos el 68,3% y esperamos cerrar 2012 cerca del 70%, entre los países europeos líderes en reciclaje».
Guillermina Yanguas, directora general de Calidad y Evaluación Ambiental y Medio Natural del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA), señala los últimos datos oficiales (2010), proporcionados por las comunidades autónomas de forma anual: de las 640.286 toneladas de residuos procedentes del contenedor amarillo que entraron en las 97 plantas de clasificación de envases, el 65% se reciclaron y el 35% restante se destinó a incineradoras o vertederos.
En cuanto a las cifras de reciclaje que España debe proporcionar a la Comisión Europea, la responsable institucional indica que, según los últimos datos disponibles (2010), del total de residuos de envases generados en España, se recicló el 61,9%. Esta diferencia con la cantidad anterior tiene su explicación, según Guillermina Yanguas: la información ofrecida por los sistemas integrados de gestión (SIG), como Ecoembes, es una parte del total de España. A Europa se envían datos tanto de los envases domésticos como de los comerciales e industriales.
Sin embargo, no todos están de acuerdo con los números oficiales. Julio Barea, responsable de la campaña de Residuos y Contaminación de Greenpeace, recuerda que su ONG ha llevado una queja a Bruselas porque «España no cumple los objetivos reales de reciclaje que marca la Directiva europea». Barea asegura que «hemos visto cosas sorprendentes en las cifras oficiales, como que las plantas de Ecoembes recuperan el mismo nivel de envases que los traperos y chatarreros, o que los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre residuos urbanos de 2010 son pírricos en comparación con los de Ecoembes».
Daniel López, responsable del área de residuos de Ecologistas en Acción, asegura que los datos oficiales están «trucados» porque solo consideran los gestionados en las citadas plantas de clasificación o selección.
Según Ecoembes, en España hay más de medio millón de contenedores amarillos y azules. Los ayuntamientos recogen y llevan los residuos a dichas plantas que clasifican según los materiales. Una vez prensados, se envían a las más de 300 diferentes empresas homologadas que los reciclarán. Del trabajo de estas compañías saldrán luego los materiales que servirán después para fabricar nuevos productos. Es el caso de las recicladoras del plástico PET. A partir de su labor, se producen desde fibras textiles para forros polares, hasta flejes de embalar o alfombrillas de los coches.
Andoni Uriarte, presidente de la Asociación Española de Recicladores de PET, explica el malestar de un sector al que, en su opinión, no se da voz, a pesar de ser parte importante del proceso: «En el último año y medio un elevadísimo número de empresas recicladoras están a punto de cerrar». La razón principal, señala Uriarte, es la falta de material en cantidad y calidad suficiente. Según este responsable, el material que les llega de las plantas de selección, en teoría 100% reciclable, contiene en realidad entre un 30% y un 35% de impropios. Al unir las pérdidas de entre el 10% y el 15% propias del proceso industrial de reciclaje, el resultado es que la mitad acaba en vertederos.
Qué se debe reciclar en el contenedor amarillo
Los responsables de las críticas matizan que con ellas quieren que mejore el sistema de reciclaje. «El mensaje no es que todo es un desastre, porque no es así, sino que se puede y debe mejorar. Perdemos unas enormes oportunidades económicas, ambientales, de creación de empleo, al no reciclar más», asegura Julio Barea. «Las llamadas a boicotear los contenedores amarillos son un error. La solución no es cuanto peor, mejor», sostiene Daniel López. «La percepción del ciudadano de que no funciona el sistema nos perjudica a todos. Tenemos que ayudar entre todos para que aumente el reciclaje en cantidad y calidad, tal y como se hace en Europa», añade Andoni Uriarte.
En este sentido, la labor de los consumidores es fundamental. El responsable de comunicación de Ecoembes detalla qué envases se deben depositar en el contenedor amarillo:
- Todos los envases de plástico: botellas de agua, de refresco, de leche, envases de productos de limpieza, de gel de baño, de colonia, champús y del estilo, tarrinas de mantequilla, de yogur, bandejas de corcho blanco para alimentos, envoltorios de plásticos de bollería, bolsas de aperitivos, bolsas de plástico de los comercios, etc.
- Todos los envases metálicos: botes de bebidas, latas de conserva, bandejas de aluminio, aerosoles, tapas y tapones metálicos, etc.
- Envases brick: batidos, leche, zumos, caldos, sopas, etc.
Antonio Barrón recuerda algunos de los residuos impropios aparecidos con más frecuencia en los contenedores amarillos: coches teledirigidos, tablas de planchar, cintas de vídeo VHS o CD, etc. La razón para evitarlos es simple, según el portavoz de Ecoembes: «Las plantas de selección no están preparadas para otros objetos fabricados a partir de diferentes materiales como gomas, textil, pilas, baterías, cables, etc. o de otros tipos de plástico. Estos residuos deben ir al Punto Limpio, a los puntos de recogida especial que los ayuntamientos ponen a nuestra disposición o, en su defecto, al cubo de basura tradicional».