Una de cada cuatro hortalizas frescas que consumimos al año son patatas. Y sin embargo, este tubérculo es un desconocido. Tanto, que pocos saben que una patata hervida puede servir como base para construir una batería eléctrica, una fuente de energía low cost que, según un estudio de la Universidad Hebrea de Jerusalén (Israel), genera energía entre 5 y 50 veces más barata que las baterías disponibles en el mercado. A continuación explicamos cómo esto es posible y qué otros vegetales pueden servir para lo mismo.
Si es que las patatas sirven para todo
Las baterías vegetales se pueden hacer con patatas, limones, manzanas, tomates, aguacates, plátanos e incluso aceitunas
Los investigadores Haim Rabinowitch y Alex Goldberg afirman que es posible construir una batería eficiente, usando una rodaja de patata hervida junto con electrodos de zinc y cobre que ayuden a mover los electrones que generan la corriente eléctrica. La capacidad del tubérculo para transmitir la energía aumenta cuando antes ha pasado por el proceso de cocción. De hecho, señalan los científicos, si la patata se hierve, la electricidad producida es hasta 10 veces superior que en su estado crudo. Pero es que, además, la batería puede funcionar con este sencillo mecanismo durante días e incluso semanas. Su investigación ha sido publicada en el Journal of Renewable and Sustainable Energy.
Así es la patata que carga tu móvil
Lo primero que hay que saber es que las baterías funcionan porque permiten que la corriente pase entre dos metales a través de una solución especial llamada electrolito. Por tanto, la clave para fabricar una batería natural, apuntan los expertos, es que el vegetal tenga una buena cantidad de jugo, ya que actuará como electrolito o líquido conductor necesario para movilizar la electricidad y permitir el paso de la corriente.Las baterías se pueden hacer no solo con patatas, sino que también son útiles otras hortalizas, frutas y verduras, como limones, manzanas, tomates, aguacates, plátanos e incluso aceitunas. Todos ellos son útiles para crear baterías naturales, pero el vegetal más apreciado es precisamente la patata.
Quienes han estudiado ciencias en la escuela, es fácil que hayan hecho el siguiente experimento. Los materiales necesarios para crear una batería de patatas son: una patata, una tira de zinc, una tira de cobre, alambres de cobre para conectarlos, así como un voltímetro, un instrumento capaz de medir la diferencia de potencial entre dos puntos del circuito eléctrico. Mientras que el cobre y zinc serán los electrodos o conductores eléctricos, la patata hará las veces de electrolito o parte no metálica de la batería. Para que la electricidad circule por sendas placas metálicas, tienen que estar enchufadas a la patata, colocadas una junta a la otra, pero de modo que no se toquen. Así, el voltímetro marcará la crecida de la potencia.
Lámpara alimentada con tomates
Pero la bioelectricidad no se limita a las patatas. Y muestra de ello es la creación de la diseñadora holandesa Cygalle Shapiro: una lámpara de mesa alimentada exclusivamente por tomates. El procedimiento de esta batería sigue la misma lógica que en el caso de la patata: la energía proviene de una reacción química entre los ácidos de la fruta, en este caso el tomate, el zinc y el cobre.Imagen: PixabayPlantas que generan electricidad
Y aún hay más vegetales capaces de generar electricidad barata. También es posible aprovechar el metabolismo natural de las plantas que realizan la fotosíntesis, para extraer energía con la que cargar el móvil.Este es el proyecto de la startup catalana Bioo, que ha creado una tecnología para extraer energía capturando los electrones que las plantas generan durante la fotosíntesis. La idea es sencilla: el cargador del teléfono es una maceta a la que hay que añadir agua, agitar y poner tierra y una planta. Con esto listo, solo falta enchufar lo que se necesite cargar al USB con forma de roca que lleva esta maceta-batería.