A última hora de la tarde de ayer finalizaban las tareas de limpieza del vertido provocado por el hundimiento del «New Flame» en la Bahía de Algeciras (Cádiz). En las playas de La Concha, Rinconcillo, Chinarral y Getares se han recogido un total de 24 toneladas «de mezcla de hidrocarburos, arena y agua», según informó la Subdelegación del Gobierno de la Junta de Andalucía en el Campo de Gibraltar. El Plan Territorial de Emergencia ha quedado desactivado, pero se mantendrá un reten de vigilancia por si aparecen nuevos residuos.
El vertido ha provocado un incidente diplomático. El Ministerio de Asuntos Exteriores llamó ayer a consultas a la embajadora británica en Madrid, Denise Holt. Exteriores ha pedido a Londres que «actúe» para acabar con la amenaza que supone el «New Flame», en cuyo interior permanecen unas 42.000 toneladas de chatarra.
La Junta de Andalucía ya ha anunciado que presentará una denuncia ante la Unión Europea (UE) contra Gibraltar «por falta de diligencia» y que demandará por lo civil al armador y a la aseguradora del barco para que paguen la limpieza de los residuos. El Gobierno gibraltareño se ha comprometido a asumir sus responsabilidades en el control y eliminación del vertido, pero todavía ayer ponía en duda que el fuel procediera del pecio hundido.
Por su parte, WWF/Adena denunció que «las autoridades gibraltareñas no han hecho absolutamente nada» para evitar lo sucedido. La organización ecologista advirtió de la situación de «indefensión» que vive la Bahía y reclamó un plan de actuación urgente que declare la zona como Área Marítima Sensible por la Organización Marítima Internacional (OMI).