El 14 de febrero, San Valentín, ya está aquí. Amor y ecología pueden ir de la mano. Las ideas para sorprender a la persona amada y de paso, respetar el medio ambiente, son muy diversas y en algunos casos originales y económicas: postales fabricadas por uno mismo a partir de materiales reciclados, bombones de chocolate ecológico, joyas de ecodiseño, un fin de semana romántico en un hotel de ecoturismo, un vestido de algodón orgánico, un corazón con materiales caseros, una cena romántica con productos naturales, ropa interior y productos eróticos “verdes”…
Celebrar de forma ecológica el día de los enamorados es muy importante, porque los regalos más típicos tienen una huella significativa en el planeta. No hay más que pensar en la cantidad de papel que se puede necesitar para las postales de felicitación y su efecto en el medio ambiente, o el uso del agua, la tierra y el impacto de los pesticidas en el caso del chocolate o las flores.
Las postales de felicitación pueden enviarse en formato digital. Diversas páginas web cuentan con todo tipo de modelos divertidos, románticos y personalizables para enviárselos por correo electrónico a la persona amada. Los más clásicos pueden buscar las postales fabricadas con papel reciclado y a partir de bosques gestionados de manera sostenible. Las ecoetiquetas típicas del reciclaje o el sello del Consejo de Administración Forestal (FSC) son de gran ayuda para localizarlas.
Unas letras recortadas con una frase romántica o un adorno colorido con papeles reaprovechados no dejarán indiferente a la media naranjaAlgunas postales son tan bonitas y trabajadas que da pena tirarlas. Antes que el reciclaje, la reutilización es una de las prioridades del ecologismo. Las postales de años anteriores pueden ir cargadas de mucho simbolismo: la otra persona verá el valor que se le ha dado a una postal conservada durante tiempo. La imaginación y la pasión al escribir el nuevo mensaje revalorizarán esa postal y la darán una vida más larga, una metáfora de lo que se quiere en el amor.
El suprarreciclaje puede convertir cualquier residuo en un objeto de gran valor. Las postales no son una excepción. Unas revistas antiguas, papel de colores usado, lazos, plumas, pinturas, cajas de CD usados, pequeñas cajas, una botella, etc. pueden transformarse en originales y únicas felicitaciones de San Valentín que no dejarán indiferente a su destinatario. Unas letras recortadas con una frase romántica o un adorno colorido con papeles reaprovechados son algunas de las ideas que se pueden utilizar.
El chocolate, o más bien, los bombones, son otro de los incondicionales de esta celebración. En este caso, se puede optar por productos «verdes» o de comercio justo.
En cuanto a las flores, su venta aumenta de forma espectacular en esta fecha. Diversos grupos ecologistas han denunciado la importación de ejemplares cultivados en plantaciones que abusan de los pesticidas y de unas malas condiciones sanitarias y laborales para sus agricultores. Algunas plantaciones sostenibles utilizan ecoetiquetas como VeriFlora o FlorVerde, pero pueden resultar difíciles de conseguir. Si no, se puede comprar en establecimientos locales que cultiven sus flores con buenas prácticas ecológicas. Otra opción es «fabricar» una flor con una hoja de papel reciclado o usado.
Las joyas son otro de los regalos más solicitados durante el día de San Valentín, pero la extracción de metales y piedras puede tener efectos negativos en el planeta. Para reducir este impacto, se pueden elegir modelos elaborados a partir de metales reciclados y piedras artificiales, o incluso comprar las obras de diseñadores que han apostado por la ecojoyería.
Ecoregalos originales y económicos
Los enamorados pueden sorprender a su pareja con una gran variedad de regalos ecológicos diferentes a los clásicos. Los más intelectuales pueden decantarse por los numerosos libros y revistas que tratan el tema medioambiental o las películas y series de naturaleza más impactantes.
Un cupón regalo es otra buena opción. En él se puede incluir una sesión de masajes, una suscripción a una ONG ecologista o la reserva para pasar un fin de semana romántico y ecológico en los cada vez más numerosos hoteles de ecoturismo urbano y rural.
Ecologismo y erotismo pueden ir de la mano durante San ValentínLos fans de las nuevas tecnologías pueden encontrar diversos gadgets ecológicos, como cargadores solares, teléfonos móviles con carcasa de botella reciclada o pendrives con materiales reciclables.
A quien le guste más la moda, diversos diseñadores de ropa ecológica proponen modelos fabricados de manera natural. Estas prendas respetan el medio ambiente y los derechos humanos de sus productores, y utilizan tejidos que se adaptan sin problemas a la piel.
Imagen: Or HiltchEl amor también se puede compartir con alguno de los perros y gatos que se abandonan en España (entre 100.000 y 500.000). La adopción de uno de estos animales les salvará de una muerte casi segura. Si se prefiere, es posible la adopción virtual de animales en peligro de extinción, como la que propone la ONG conservacionista WWF.
Los más habilidosos pueden optar por fabricar sus propios regalos y adornos de San Valentín ecológicos. La suma de varios elementos o la reutilización de materiales usados puede dar lugar a bonitos y económicos objetos que sorprenderán a la media naranja. Los corazones se pueden crear a partir de papel reciclado o tela usada u otros materiales muy económicos. Varias páginas web, como la de Planet Green, ofrecen una gran cantidad de consejos e ideas para conseguir y fabricar toda clase de regalos ecológicos y económicos para el día de los enamorados.
Junto con los regalos, el complemento perfecto es una buena comida o cena romántica. La pareja puede optar por alguno de los restaurantes ecológicos y vegetarianos que cuentan con una carta de productos naturales. Quienes quieran una velada más íntima, y de paso más económica, pueden preparar sus propios platos con alimentos ecológicos. Y no hay que olvidarse de las velas, por supuesto, elaboradas a partir de cera natural.
Ecologismo y erotismo van de la mano en San Valentín. Para preparar el terreno, algunos sugieren diversos alimentos ecológicos con supuestas propiedades afrodisíacas, como las almendras, las nueces, la vainilla, la miel, el polen, las zanahorias, los plátanos, las trufas, anís, el apio, la remolacha, etc. Los más atrevidos pueden probar con alguno de los productos “verdes” de la tienda Earth Erotic, como lubricantes orgánicos, vibradores recargables de silicona y fustas fabricadas con materiales reciclados. La ropa interior también es sensual, ecológica y original: la compañía GreenKnickers comercializa unos panties fabricados con materiales naturales que cambian de color con el aumento de la temperatura corporal. Y también se pueden seguir los consejos de la ONG Greenpeace, que ha publicado una guía para disfrutar de “un sexo amigable con el ambiente”.