El ecoetiquetado de eficiencia energética será obligatorio para todos los inmuebles a partir del 1 de junio. Así lo determina un reciente Real Decreto aprobado por el Gobierno. Este artículo señala los principales detalles del certificado de eficiencia energética para edificios y seis sistemas de certificación para viviendas ecológicas que pueden ayudar a superar con nota dicha normativa.
Aprobado el certificado de eficiencia energética para edificios
El Gobierno ha aprobado el Real Decreto (RD) que exige la certificación obligatoria de eficiencia energética a todos los edificios. La norma traspone así de forma completa una Directiva Europea de 2002, que se aplicaba desde abril de 2007 solo a los inmuebles de nueva construcción.
El 80% de los hogares españoles necesita una rehabilitación energética, según el CenerEl nuevo RD pretende contribuir a mejorar el consumo energético del país. La Unión Europea (UE) estima que la edificación requiere el 40% de la energía de sus Estados miembros. Según el Centro Nacional de Energías Renovables (Cener), el 80% de los hogares españoles necesita una rehabilitación energética para mejorar sus sistemas de calefacción y aislamiento.
La norma obligará a partir del 1 de junio a «poner a disposición de los compradores o arrendadores de edificios o de parte de los mismos, para alquileres con una duración superior a cuatro meses, un certificado de eficiencia energética». Los responsables gubernamentales señalan que el certificado deberá incluir una calificación energética del edificio, similar a la etiqueta de colores y letras que llevan por ejemplo los electrodomésticos.
Junto al etiquetado energético, el certificado deberá llevar también «información objetiva sobre las características energéticas de los edificios y, en el caso de existentes, documento de recomendaciones para la mejora de los niveles óptimos o rentables de su eficiencia energética o de una parte de este inmueble, de forma que se pueda valorar y comparar la eficiencia energética de los edificios, con el fin de favorecer la promoción de los de alta eficiencia energética y las inversiones en ahorro de energía».
Seis certificados para viviendas ecológicas
Diversos sistemas de certificación internacionales y españoles pueden ser una buena forma de adaptarse a la nueva norma. A continuación, en orden alfabético, se señalan seis de estos principales sellos:
1. BREEAM («Método de evaluación y certificación de la sostenibilidad de la edificación)
Creado en 1990, es un sistema británico que evalúa 10 categorías (gestión, salud y bienestar, energía, transporte, agua, materiales, residuos, uso ecológico del suelo, contaminación e innovación) y certifica los resultados según distintos niveles de sostenibilidad. Con su implantación se puede reducir hasta un 40% el gasto de agua, entre un 50% y un 70% el consumo energético, y aumenta el valor de inmuebles en un 7,5%, según sus responsables, que han certificado más de 245.00 edificios en todo el mundo. En España comenzaron a utilizar esta metodología en 2010.
Este sello se centra en edificios españoles y asegura un menor coste de la certificación, según sus impulsores, el Green Building Council España (GBCe), una asociación sin ánimo de lucro con representantes del sector de la edificación. A diferencia de otros certificados, ofrece una valoración cuantificada y justificada de los impactos ocasionados y evitados durante toda la vida del inmueble. Sus responsables reconocen que puede incrementar en un 5% el coste de construcción, pero se traduce en una buena inversión al obtener varios beneficios posteriores energéticos y económicos.
3. HQE («Estándar de Alta Calidad Ambiental»)
Creado para la construcción ecológica en Francia, se basa en los principios de desarrollo sostenible de la Cumbre de la Tierra de 1992. Una asociación con sede en París, la ASSOHQE, controla este certificado, que se centra en los impactos internos y externos del edificio (materiales, ruido, agua, energía, etc.). Sus responsables también han llevado este sistema a otros países.
4. LEED («Liderazgo en Diseño Energético y Ambiental»)
Diseñado en Estados Unidos, evalúa el acabado de un inmueble según seis criterios principales: sostenibilidad, eficiencia en el uso del agua, energía (el valor que más puntúa) e impacto atmosférico, materiales y recursos empleados, calidad del ambiente interior e innovación y proceso de diseño. Un edificio puede reducir entre el 30% y el 70% de energía, del 30% al 50% de agua, entre el 50% y el 90% del coste de los residuos y el 35% de las emisiones de dióxido de carbono (CO2). Diversas edificaciones de países de todo el mundo, incluida España, han obtenido alguna de las categorías de este sello.
5. Minergie
Creado en 1994 por varias instituciones suizas, su objetivo es el aumento de la eficiencia energética en los inmuebles. Un 13% de los nuevos edificios y un 2% de los rehabilitados han logrado en Suiza este sello, que se ha extendido también a otros países. En España se entregaba el año pasado el primer sello Minergie a una construcción.
6. Passivhaus («Casa pasiva»)
Este estándar se ideó en 1988 en el Instituto alemán de Edificación y Medio Ambiente. En 1996 se funda el Instituto Passivhaus para promocionarlo en Alemania y el resto del mundo. Las «casas pasivas» pueden ahorrar hasta un 90% de la energía para climatización, según sus impulsores. Para ello utilizan diversas estrategias de diseño, como ventilación natural, orientación solar o materiales de aislamiento eficientes. En Alemania, Austria, Suiza, los países escandinavos y Estados Unidos se pueden ver miles de casas construidas con este certificado. En España algunos edificios han empezado a implantarlo.