Las bolsas de plástico de usar y tirar duran muy poco en nuestras manos, pero su impacto ambiental es considerable, en especial en los océanos, y puede prolongarse décadas. Por ello, se tiende a restringir su empleo en todo el mundo mediante diversas leyes, alternativas de consumo y campañas de sensibilización. Este artículo señala que la utilización de bolsas de plástico de un solo uso ha descendido, por qué hay que evitarlas y qué alternativas existen.
Bolsas de plástico de un solo uso, su consumo desciende
Cada europeo consume, de media anual, unas 200 bolsas de plástico y la mayoría son de usar y tirar, según datos de la Unión Europea (UE). Sus graves impactos ambientales han llevado a los responsables comunitarios a restringir su empleo cada vez más. Los países miembros deberán elegir entre dos enfoques: por un lado, tomar medidas para reducir el consumo medio anual de bolsas de plástico ligero hasta 90 per cápita al final de 2019 y 40 al final de 2025; y, por otro, garantizar que después de 2018 las bolsas no se entregan de forma gratuita a los compradores.
En España se ha pasado de consumir más de 300 bolsas de usar y tirar por habitante y año en 2008 a 106 en 2013En España se ha pasado de consumir más de 300 bolsas de usar y tirar por habitante y año en 2008 a 106 en 2013, según los últimos datos disponibles por Cicloplast, entidad sin ánimo de lucro para impulsar la prevención y el reciclaje de los plásticos.
«En cinco años, los españoles hemos reducido en más de un 60% el consumo de bolsas de plástico de un solo uso debido a tres motivos principales: el empleo mayoritario de bolsas de plástico reutilizables, el cobro de las bolsas a los consumidores en muchos establecimientos comerciales y la puesta en marcha de distintas campañas de sensibilización sobre consumo responsable», señala Mayca Bernardo, responsable de comunicación de Cicloplast.
Al compararlo con el resto de países comunitarios (en el gráfico), España se encuentra por debajo de la media europea en consumo de bolsas de usar y tirar, según los últimos datos disponibles por la UE (2010). Finlandia y Dinamarca son los países europeos que menos utilizan, con una media de cuatro bolsas por persona y año, seguidos de Luxemburgo e Irlanda, con 18, Austria (45) y Alemania (64). En el otro extremo se hallan Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, Polonia y Portugal, con una media de 466 bolsas por persona y año.
Por qué hay que evitar las bolsas de plástico de un solo uso
Cada año se consumen en el mundo entre 500.000 millones y un billón de bolsas de plástico (cada minuto un millón), por lo que señalan diversas estimaciones. En Europa, según datos de la UE, en torno a 8.000 millones de bolsas acabaron en la basura en 2010.
Este uso masivo acarrea diversos impactos ambientales. Además de las grandes cantidades de energía necesarias para su fabricación, están compuestas de sustancias derivadas del petróleo, que pueden tardar en degradarse más de medio siglo. Gran parte de ellas es desechada sin control, contaminando ciudades y ecosistemas naturales. En los océanos su efecto es «devastador» en la fauna y la flora marina, según la ONG Surfrider Europa, que realiza campañas de recogida de dichos residuos. Para animales como tortugas, ballenas o delfines pueden ser letales tras ingerirlas. Asimismo, las bolsas serigrafiadas pueden contener residuos metálicos tóxicos.
La preocupación por estos desechos ha ido en aumento en el mundo en los últimos años -incluso existe el Día Internacional sin bolsas, el 3 de julio– y se han puesto en marcha diversas leyes y campañas para reducir su empleo y sus consecuencias ambientales.
Las ventajas económicas de restringir su utilización tampoco pasan desapercibidas para los expertos comunitarios. Según los cálculos de la Comisión Europea, la UE podría ahorrar hasta 740 millones de euros anuales.
Alternativas a las bolsas de usar y tirar
Frente a las bolsas de usar y tirar, la opción más sostenible es emplear bolsas y envases reutilizables y reciclables. Según la portavoz de Cicloplast, el propio sector fabricante de bolsas de plástico ya se ha orientado a cambiar la de un solo uso por la de polietileno reutilizable, diseñada para que pueda emplearse un mínimo de 15 veces. «Los fabricantes y comercios apuestan por ellas al 100%», afirma Bernardo.
Los consumidores también pueden reciclar las bolsas de plástico, una vez que ya no las utilicen más. En este sentido, y a diferencia de otros países, el contenedor amarillo admite en España las bolsas de plástico como un envase más para su reciclado. «España es líder en el reciclado de bolsas de plástico. Actualmente se reciclan un 60% más que en 2008», asegura la portavoz de Cicloplast.
Asimismo, las campañas de sensibilización son fundamentales para promover un consumo más responsable, evitar el vertido incontrolado de basura y seguir mejorando los índices de reciclado.