El libro ‘Vivir cinco personas con cinco euros al día’ fue un éxito de ventas en Italia el año pasado (tiene traducción al castellano). Su autora, Stefania Rossini, contaba a partir de su propia experiencia cómo ahorrar dinero en la vida cotidiana y de paso cuidar el medio ambiente. Casada y madre de tres hijos, se quedó en paro y pensó que el consumo sostenible sería una salida. Empezó a asumir prácticas sencillas, como hacerse sus productos de belleza y limpieza, reutilizar, intercambiar o cultivar su huerto, y decidió contarlo en su blog, Natural-mente-stefy, que ha recibido 1,7 millones de visitas en menos de dos años. Hace poco ha publicado su segunda obra, ‘Cocinar ganando dinero y salud‘, que ofrece recetas y consejos para alimentarse de forma barata, sostenible y saludable.
En primer lugar, cambiando la forma de ver la vida, valorando las emociones y las cosas esenciales en lugar de las superfluas. Esto es un gran cambio de pensamiento, el más difícil de afrontar, porque venimos de décadas de la esclavitud capitalista, que nos hace a todos iguales y lo hace todo aséptico y moldeado, que no nos deja pensar antes de actuar.
“No tenemos que ser consumidores, sino ‘consumactores’ que hacen preguntas que buscan su respuesta”Hay que volver a aprender a hacer las cosas por nuestra cuenta. Es simple, aunque la sociedad moderna hace que parezca que no lo sea, esclava de prejuicios preconcebidos por otros, los mismos que nos utilizan como marionetas para movernos a donde quieren y ganar cada vez más poder y más dinero. Estamos tan acostumbrados a tener todo con el dinero que conseguimos trabajando…
No estoy en contra de nada, en realidad. Yo creo en la sencillez de las cosas, ¡y que lo más importante de todo es la felicidad! La felicidad que se nos ha escapado, porque hemos creído en el sueño de ser libres con el dinero, ¡y en vez de ello, nos ha hecho esclavos!
No tenemos que ser consumidores, sino “consumactores” que se preguntan a si mismos y hacen preguntas que buscan su respuesta. Nuestra capacidad de decidir no se ejerce solo en esos pocos segundos en que votamos en unas elecciones. Decidimos en cada segundo de nuestras vidas.
“Estamos demasiado acostumbrados a monetizar a las personas, y no vemos que la felicidad está dentro de nosotros”Cada vez que vemos un programa de televisión votamos, cada vez que entramos a una tienda a comprar un determinado producto votamos, etc. Preguntémonos qué ingredientes tiene el producto, si se ha manipulado demasiado, cuánta contaminación se ha producido para llegar hasta nosotros, qué propiedades nutricionales mantiene después de llevar tiempo almacenado, si la fruta y verdura ha sido rociada con sustancias tóxicas, etc. Preguntemos. Es difícil, ¡pero solo así encontraremos las respuestas!
¿Ricos en qué? En dinero, amor, conocimiento, destreza, esperanza,… Estamos demasiado acostumbrados a monetizar a las personas, y no vemos que la felicidad está dentro de nosotros.
No tengo constancia de las ventas, pero espero que los españoles hayan entendido el significado del libro: la verdadera libertad, o al menos una de las libertades que nos quedan, ¡volver a aprender a utilizar nuestras manos conectadas al cerebro y al corazón!
“Soy una madre, no una experta en Internet. No he utilizado estrategias de visibilidad, solo sinceridad”Propone alimentarse de forma saludable, pero no a costa del dinero. Explico cómo hacer en casa recetas sencillas con ingredientes simples, fáciles de encontrar y para todos los gustos y presupuestos. Por ejemplo, explico cómo hacer pan en casa sin polvo de hornear, la forma de preparar tortas sin sobres de polvos artificiales de cocción, cómo reutilizar la harina de maíz, cómo ahorrar, dónde ir de compras, ¡y mucho más!
El blog ha sido mi comienzo, o más bien mi punto de partida para contactar con la gente. En menos de dos años ha recibido 1,7 millones de visitas.
Soy una madre, no una experta en Internet. No he utilizado estrategias de visibilidad, solo sinceridad. He puesto mi humilde experiencia al servicio de los demás, para fomentar el verdadero valor de la vida, el compartir, el amor, para poder ayudar.
Excepto el jardín, todo lo demás se puede hacer en un apartamento en el centro de la ciudad. El jabón, las cremas, los exfoliantes, las mermeladas, las sales aromáticas, los detergentes y mucho más. ¡Basta solo con quererlo!