Las consecuencias ambientales y económicas de los incendios forestales de 2012, los peores de los últimos años, serán muy importantes a corto y medio plazo. Así lo señala Susana Domínguez, presidenta de Bosques Sin Fronteras, una ONG que defiende y pone en valor el mundo del árbol en todas sus facetas. Esta ingeniera técnico forestal y fotógrafa de naturaleza señala que la recuperación de un bosque tarda al menos 30 años. El ser humano puede ayudar con repoblaciones, pero cada hectárea cuesta una media de 1.500 euros, una inversión que “probablemente no se hará”. En su opinión, serían mucho más efectivas la prevención, la educación a la sociedad y la limpieza de los bosques, aprovechando la biomasa como fuente de energía, que “gastar dinerales en medios aéreos”.
“Cada hectárea de repoblación cuesta una media de 1.500 euros”Llevamos unos años que nos íbamos salvando. Pero este año el problema ha crecido con las abundantes lluvias en primavera, que han propiciado mucha más vegetación herbácea en los campos y un verano muy seco. A esto le sumamos menores efectivos de personal por los recortes.
Muy importantes a corto y medio plazo. Muchas de las zonas quemadas se encuentran en laderas con pendientes importantes, por lo que la pérdida de suelo y los problemas erosivos pueden ser tremendos. Un ejemplo de esto es un incendio de hace bastantes años en los montes cercanos a Lanjarón (Granada). La población sufrió avenidas de tierra y arrastres debido a los fenómenos tormentosos durante varios años, hasta que el monte se consiguió regenerar y repoblar.
“En vez de gastar dinerales en medios aéreos, se deben tener más brigadas de acción rápida”Los bosques forman parte del paisaje de nuestro país, cuyo primer motor económico es el turismo. Habrá zonas fuertemente afectadas durante años por la disminución de turistas de paso, así como de veraneantes habituales que se lo pensarán antes de volver a la zona. Por otro lado, la reforestación y regeneración de las zonas conlleva mucho tiempo y dinero. Si cada hectárea (ha) de repoblación cuesta una media de 1.500 euros, en un incendio de solo 2.000 ha gastamos tres millones de euros. Si lo multiplicamos por todas las hectáreas quemadas este año, hemos perdido una cantidad tremenda de dinero. Y eso en la primera repoblación, sin contar el mantenimiento necesario de los primeros años.
El monte tarde o temprano se regenerará de una forma u otra. El ser humano favorece con la repoblación a que se haga más rápido. Ese es el coste medio de repoblar una zona. En algunos sitios habrá más o menos regeneración natural y no será necesario, pero en otros habrá que ayudar a la regeneración por diversos motivos: falta de semilla (se pueden haber quemado montes muy jóvenes que todavía no tengan), degradación de suelo extrema, climas poco propicios… El problema es que probablemente no se haga nada por falta de presupuesto.
Si los incendios no son repetidos, sí. Un incendio supone la desaparición completa de la vida por muy breve tiempo. La naturaleza se recupera tarde o temprano, pero sus ciclos son más largos que los del ser humano.
“Aprovechar la biomasa como fuente de energía disminuiría el riesgo de incendio y aumentaría la economía de la zona”Según el tipo de bosque o ecosistema, pero nunca menos de 30 años. Muchas personas no lo verán porque se morirán antes. Los incendios perjudican de forma grave a todos los seres vivos, pero sobre todo a los seres humanos.
Serían necesarias varias medidas:
- Prevención: fundamental. En vez de gastar dinerales en medios aéreos, se deben tener más brigadas de acción rápida bien coordinadas con un buen avistamiento de los fuegos. Las personas que avisan de los fuegos son básicas. Si se realiza con rapidez, el incendio no se extiende y es mucho más fácil apagarlo. Se tendría que hacer un esfuerzo en aplicación de nuevas tecnologías de detección de incendios.
- Educación a la sociedad: muy importante, sobre todo en los colegios. Es una vergüenza que no haya asignaturas o temáticas que desarrollen una cultura mínima del bosque. Si se conciencia a todos, es más difícil que a alguien se le ocurra quemar el monte o hacer una imprudencia, porque de manera inmediata alguien le podrá llamar la atención o avisar a los servicios de emergencia.
- Limpieza de los montes: hay demasiada biomasa concentrada que puede resultar peligrosa. Es muy interesante potenciar la biomasa como fuente de energía en determinados montes. Este aprovechamiento disminuiría el riesgo de incendio y aumentaría la economía de la zona. El bosque y los árboles son sinónimo de riqueza en todos sus aspectos.
Sin las medidas anteriores, todo apunta a que sí. Como no se aprovechan los montes, cada vez hay más vegetación y las previsiones de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) para los próximos años indican que los incendios aumentarán en la cuenca mediterránea.
Me parece bien siempre que se cumpla, pero la mejor medida es la prevención.
“Solo nos acordamos de los montes y del bosque cuando se queman”Ser más consecuentes y responsables con los árboles. No se trata de ver lo ajeno sino lo propio. Cualquiera de nosotros tiene un árbol cercano, un parque, un pueblo, un jardín, etc. Hay que ser coherente con lo que decimos y hacemos, sobre todo porque nuestros hijos y nietos nos observan y debemos educarles. Solo nos acordamos de los montes y del bosque cuando se queman. Fomentar actitudes positivas, generar iniciativas responsables dentro de nuestra comunidad (¡cuántas veces se quieren cortar árboles porque ensucian la calle!), denunciar a quienes hacen las cosas mal, avisar al 112 en cuanto se vea humo en el monte, no hacer barbacoas los días de viento y ser responsables con las cenizas.