Se trata de electrodomésticos inteligentes y sistemas informativos digitales que indican el gasto energético y ajustan su consumo a las preferencias de sus usuarios en cada momento. Investigadores del Departamento de Energía de Estados Unidos han probado estas tecnologías en varios hogares norteamericanos, y han demostrado que pueden ahorrar a los consumidores hasta un 15% de su factura eléctrica. Sus responsables creen que en unos años se podrían generalizar estos sistemas.
Un equipo del Pacific Northwest National Laboratory, perteneciente al Departamento de Energía de Estados Unidos (DOE), con el apoyo de diversas empresas, como IBM, ha estado ensayando durante un año diversos sistemas que ponen en manos de los consumidores el control del consumo eléctrico permitiéndoles optimizar el uso de sus electrodomésticos, el mayor confort posible y la reducción de su factura eléctrica.
Imagen: PNLEl núcleo de los experimentos se ha basado en la tecnología «Grid-friendly«. Los dispositivos que la incorporan compensan los cambios a corto plazo no deseados de la frecuencia o el voltaje de la red eléctrica, e incluso adaptan su consumo a los precios de la electricidad en cada momento. Así, se consigue reducir la factura eléctrica, y simultáneamente, que la red eléctrica sea más estable, reduciendo el número de cortes y apagones imprevistos.
El proyecto «Grid Friendly Appliance» probó en 150 hogares de Oregón y Washington secadoras y calentadores de agua equipados con un sistema de circuitos capaces de adaptarse a los picos de alta demanda de la red eléctrica y a las preferencias de consumo de los usuarios. De esta manera, estos electrodomésticos hacían un uso más eficiente de la electricidad disponible, y en consecuencia, reducían su consumo. Según sus responsables, este sistema de circuitos se puede utilizar en cualquier otro gran electrodoméstico.
Estos sistemas ponen en manos de los consumidores el control del consumo eléctricoPor su parte, el proyecto «GridWise» instaló en 112 hogares del oeste de Seattle unos termostatos digitales y contadores digitales conectados a Internet para monitorizar el consumo eléctrico del aire acondicionado, los calentadores de agua y las secadoras de ropa. Así, los usuarios podían observar en todo momento todo tipo de datos sobre su consumo.
No obstante, para no agobiar con un excesivo número de datos, los investigadores tantearon varios sistemas hasta dar con un panel gráfico de iconos que permitía a los usuarios observar los resultados y ajustar las variables de manera sencilla.
Una vez acabados los proyectos, sus responsables observaron que los usuarios asumieron favorablemente estas tecnologías, lo que les permitió ahorrar entre un 10 y un 15% de sus facturas eléctricas. Según estos científicos, la generalización en su país de estos métodos en un periodo de dos décadas podría ahorrar 48 mil millones de euros en plantas e infraestructuras eléctricas que ya no tendrían que ser construidas, el equivalente a treinta grandes plantas térmicas de carbón.
Dispositivos todavía caros
En la actualidad, la mayor parte de esta tecnología está desarrollada para conseguir rendimientos importantes. Sin embargo, sus responsables reconocen que será necesario una mayor reducción de su coste y una mejora de sus prestaciones y su eficiencia para que los consumidores los utilicen de forma generalizada.
Imagen: CONSUMER EROSKIEn este sentido, el valor actual de estos dispositivos, aunque va disminuyendo progresivamente, ronda los 342 euros. Según los miembros de estos proyectos, para que lleguen a la mayor parte de la población de su país deberían situarse en torno a los 137 euros.
De esta manera, estos técnicos aseguran que sistemas de circuitos como los del proyecto «Grid friendly» podrían instalarse de manera rutinaria en la mayor parte de los electrodomésticos de consumo alrededor del año 2020, permitiendo un ahorro de electricidad medio de hasta el 20%. En cuanto a los contadores inteligentes como los del proyecto «GridWise» estiman que en cinco años estarán en de un 10 a un 15% de hogares estadounidenses, y entre 10 y 15 años, en la mitad de todas las casas de este país.
No obstante, algunos expertos tienen dudas acerca de la generalización de estos proyectos de tecnología «Grid Friendly» y se critica que la mayoría se están realizando para actualizar las redes eléctricas, no para permitir a los consumidores la gestión de su consumo eléctrico.
Por su parte, otras voces consideran que la única manera de conseguir progresos reales en el ahorro energético de los hogares es mediante subvenciones a medida y la obligación de estándares para que los productos sean más eficientes.
La producción de electricidad supone un claro impacto ambiental, ya que en la actualidad, la mayor parte de la generación eléctrica proviene de centrales con combustibles fósiles o nucleares. Por ello, los consumidores no tienen que esperar a que estos u otros sistemas se generalicen para disminuir su consumo eléctrico, y de paso, ahorrarse unos euros. Las comunidades de vecinos, por ejemplo, pueden aplicar varias medidas para conseguir abaratar sus facturas.
En casa, además, podemos optar por electrodomésticos con la mayor eficiencia energética posible, que ofrezca las mismas prestaciones que otros consumiendo menos energía.
En el artículo “Cómo evitar sustos en el recibo de la luz” también se pueden consultar más recomendaciones útiles para ahorrar energía y dinero.