El teletrabajo tiene ventajas para empresas y empleados. Asumido de forma positiva, contribuye a reducir costes, aumentar la productividad, conciliar la vida laboral y familiar o disminuir la incidencia de enfermedades como la gripe A. Pero también es bueno para el medio ambiente y la salud si se asumen una serie de pautas ecológicas en la labor diaria, un factor más para generalizar este sistema.
El coche es el principal generador de contaminación en las ciudades: causa hasta un 80% de los malos humos urbanos. Dejar de utilizarlo es una de las principales ventajas ecológicas y económicas del teletrabajo. Greenpeace estima que en España la mala calidad del aire genera más de 16.000 muertes prematuras anuales.
Trabajar en casa una media de dos días y medio a la semana ahorra en gasolina y desgaste de vehículo más de 1.200 euros al añoUn empleado que trabaje en casa una media de dos días y medio a la semana ahorra en gasolina y desgaste de su vehículo más de 1.200 euros al año. Así lo señala un estudio de Sun Microsystems, una empresa informática de 19.000 empleados en todo el mundo, el 56% con horario flexible. El avión es otro medio contaminante que se evita con el teletrabajo. La multinacional Cisco asegura que el año pasado dejó de emitir más de 47.000 toneladas de dióxido de carbono (CO2) gracias al impulso de las videoconferencias (se redujeron los viajes de reuniones).
Los «empleos verdes» ya no sólo están relacionados con instaladores de paneles solares o de turbinas eólicas. Convertirse en un teletrabajador también puede ayudar al medio ambiente. En Estados Unidos, donde este sistema está más extendido, la web de búsqueda de trabajos a distancia FlexJobs dedica una sección a las oportunidades de teletrabajo relacionadas con el medio ambiente. Diseñadores, consultores, auditores, blogueros, informáticos, teleoperadores, ingenieros o vendedores on line de ecoproductos pueden ser ecológicos de forma doble si trabajan desde casa y se dedican a alguna actividad relacionada con la naturaleza.
Consejos para ser un teletrabajador ecológico
El teletrabajador ecológico puede ser clave para aumentar la práctica de las tres erres: en su labor diaria puede reducir el uso de materiales, energía, luz, agua, etc.; reutilizar los productos y evitar los de usar y tirar; separar de forma correcta los residuos para su correcto reciclaje, etc.
La adecuación del puesto de trabajo es uno de los primeros elementos que se deben tener en cuenta. La movilidad que implican las nuevas tecnologías permite, en teoría, trabajar desde cualquier punto: una plaza con espacios verdes, un lugar de la naturaleza… No obstante, si para llegar a estos sitios se utiliza el coche, el teletrabajo ya no será tan ecológico.
El teletrabajador ecológico puede ser clave para aumentar la práctica de las tres erres
La opción adecuada para el teletrabajo diario sería un edificio ecológico o bioclimático. Si no es posible, se puede intentar acercarse a ese objetivo. Un ecoteletrabajador requiere espacios luminosos, como alternativa al uso de luz artificial. Cuando ésta sea imprescindible, deberia utilizar bombillas de bajo consumo en lugar de incandescentes. Airear la zona evita problemas de contaminación interior. La climatización de la estancia puede conllevar un gasto energético considerable. El aislamiento térmico de paredes y ventanas reduce este consumo. En cuanto a la vestimenta, se puede optar por ropa ligera en verano y más abrigada en invierno, para disminuir el uso del aire acondicionado y la calefacción.
Los espacios de cotrabajo son otra alternativa, en especial, para quienes prefieran estar acompañados. En estos locales de oficinas, varios teletrabajadores comparten gastos de luz, electricidad, agua, comida, equipos informáticos, Internet y hasta ideas. Para llegar a ellos y tener una menor huella ecológica, se puede optar por los más cercanos a casa para ir a pie o en bicicleta.
Los elementos materiales son otro factor importante. Cada vez es más fácil encontrar «ecomuebles» a precios asequibles y con diversos estilos. Los muebles de madera pueden llevar la etiqueta ecológica FSC. Otra opción es reutilizar mobiliario usado para alargar su vida útil. El sistema «cradle to cradle» cuenta con certificado para muebles de diseño sostenibles.
El ordenador y sus distintos «gadgets» son la herramienta básica. Numerosas tecnologías permiten trabajar desde casa. El esfuerzo de los fabricantes por ser más ecológicos aumenta y el teletrabajador puede fijarse en los modelos más respetuosos con el medio ambiente: sistemas de bajo consumo energético, como el «Energy Star», materiales reciclados y reciclables, etc. El ordenador reduce y hasta evita el uso del papel, que en este caso debería ser reciclado o elaborado de forma ecológica. Una buena idea consiste en contar con un equipo multifunción que aúne impresora, fotocopiadora y escáner para reducir equipamientos y gasto en papel. Siempre que no se utilicen, hay que apagar estos equipos (y cualquiera que funcione con electricidad), incluso el modo «stand-by«, que consume cantidades importantes de energía al año.
Mantenerse en forma y con buena salud permitirá al teletrabajador ser más productivo. Los materiales ecológicos y una dieta equilibrada basada en frutas y verduras locales y de temporada contribuyen a este objetivo. La flexibilidad del teletrabajo permite a sus usuarios dar paseos, hacer deporte o ir a lugares naturales (como los periurbanos) en cualquier momento del día.