Un grupo multidisciplinar de científicos ha descubierto que una especie de mono descrita hace un año a partir de fotografías corresponde al único miembro vivo de un género de primates desconocido hasta ahora. El análisis genético de un ejemplar muerto ha revelado que la especie bautizada en mayo de 2005 como «Lophocebus kipunji» no forma parte del género al que en un principio se adscribió, sino que pertenece a uno nuevo, por lo que ha sido rebautizada como «Rungwecebus kipunji».
El hallazgo del nuevo primate sorprendió hace un año a los científicos, ya que se trataba del primer mono africano descubierto desde 1984. Los biólogos lo incluyeron entonces dentro del género «Lophocebus», conocidos popularmente como mangabeys. Su pertenencia a un nuevo género de primates ha sido una sorpresa. «Descubrir un nuevo género del grupo mejor estudiado de mamíferos vivos es un recordatorio aleccionador de lo mucho que nos queda por aprender sobre la biodiversidad del planeta», ha dicho Link Olson, conservador del Museo de la Universidad de Alaska y coautor del trabajo.
Dos grupos de biólogos descubrieron en 2003, en las montañas de Tanzania, un mono arborícola aparentemente desconocido. Las fotos apuntaban a que se trataba de una nueva especie y así fue presentado en la revista «Science», donde apareció como un miembro más de la familia de los mangabeys. Poco después, el 3 de agosto pasado, uno de esos monos murió al caer en una trampa de un granjero en un campo de maíz próximo al monte Rungwe, uno de los dos sitios donde se había detectado la presencia del animal. El cuerpo fue trasladado al Museo Field de Historia Natural de Chicago, desde donde se coordinó una investigación multidisciplinar.
El análisis del ADN ha revelado que el animal está más cercano genéticamente a los babuinos que a los mangabeys. El cráneo demuestra, sin embargo, que es muy diferente a los babuinos, mandriles y geladas. Vistos los resultados de los análisis genéticos y morfológicos, los investigadores han adscrito al animal al nuevo género «Rungwecebus», por el monte Rungwe, donde fue visto por primera vez.
Su cuerpo llega a medir 90 centímetros y la cola otros tantos. Tiene el pelo negro y marrón -excepto la cola y el vientre, blancos-, y su cara es negra -como las manos y los pies- y está coronada por una cresta. Vive en lo alto de los árboles y su dieta se compone de frutas, hojas, brotes, flores, líquenes, musgo e invertebrados.