En la última década se han descubierto 361 especies en Borneo, lo que pone de manifiesto la importancia de proteger esta isla, situada en el archipiélago Malayo, según el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF son sus siglas en inglés). Ahora, un nuevo estudio de esta organización sugiere que quedan aún cientos de especies por descubrir, sobre todo en los 22 millones de hectáreas del interior de la isla, una región casi inaccesible donde sobrevive virgen el bosque. Sin embargo, incluso estas especies aún por descubrir, se encuentran bajo una seria amenaza debido a la tala de árboles.
El informe -titulado «El mundo perdido de Borneo»- revela que de las 361 especies descubiertas entre 1994 y 2004, la mayor parte (260) eran insectos. Además, se hallaron 50 nuevas especies de plantas, 30 de peces de agua dulce, siete de ranas, seis de lagartos, cinco de cangrejos, dos de serpientes y una de sapo. «Borneo es sin ninguna duda uno de los centros de vida salvaje más importantes del mundo», dice Tess Robertson, directora del programa de Bosques de WWF en el Reino Unido. «Es uno de los dos únicos lugares en el planeta (el otro es la isla de Sumatra) donde coexisten orangutanes, elefantes y rinocerontes», añade. Pero en esta isla, la tercera mayor del mundo, viven otras especies amenazadas, como la pantera logibanda, el oso malayo y el gibón de Borneo, así como diez especies de primates, más de 350 de aves, 150 de reptiles y anfibios, y más de 15.000 de flora, con 3.000 árboles diferentes.
No obstante, grandes áreas de bosque están siendo taladas para la obtención de madera, caucho, aceite de palma y producción de pasta de papel. Según el estudio, el mercado ilegal de animales exóticos también está creciendo, toda vez que la tala hace accesibles zonas cada vez más remotas. Desde el año 1996, la deforestación en toda Indonesia ha crecido hasta alcanzar una media de dos millones de hectáreas al año -un área similar a casi la mitad de Holanda-, y se espera que aumente debido a la creciente presión demográfica y a las necesidades de los mercados internacionales.
Para frenar esta tendencia, WWF está trabajando con Brunei, Indonesia y Malasia en una nueva iniciativa para conservar esta área conocida como «Corazón de Borneo», un total de 220.000 kilómetros cuadrados de bosque húmedo ecuatorial. El objetivo es establecer una red de áreas protegidas y bosques gestionados de forma sostenible. «Los bosques de Borneo son cruciales no sólo para la protección de la vida salvaje, sino también para salvaguardar los recursos hídricos necesarios para la prosperidad de la isla», afirma Robertson.