Un informe publicado en «Science» indica que la acción del ser humano sobre el clima no influiría en el número de huracanes, pero sí en cómo se forman y en su grado de intensidad.
El gran número de huracanes que se generaron en Florida y Japón en 2004 provocó dudas entre los expertos sobre si el calentamiento global podría tener una influencia en la cantidad de estos fenómenos. De momento, los científicos no han encontrado datos significativos suficientes que hayan permitido establecer esta relación.
En cambio, el calentamiento global está relacionado con la subida de la temperatura en la superficie del mar y en el vapor atmosférico de agua en las zonas con mayor riesgo de huracanes, dos aspectos que influirían en un aumento de la intensidad y de las precipitaciones que los huracanes generan.
La actividad de los huracanes se da generalmente en las regiones donde la temperatura de los océanos supera los 26º C. En la zona tropical atlántica esta temperatura y la actividad de los huracanes varía en escalas tanto anuales como de décadas, pero existen otros factores que influyen como el fenómeno de El Niño, que cuando se produce en el Pacífico desactiva la posibilidad de huracanes en el Atlántico.
El estudio afirma que hay una tendencia alcista en la temperatura de la superficie del mar durante el siglo 20 -que es más pronunciada en los últimos 35 años- asociada al calentamiento global. De hecho, el promedio más alto de aumento registrado es el de la década de 1995 a 2004 con un incremento de 0,1º C.
Otras variables
El aumento de las altas presiones en la parte superior de la troposfera o los vientos africanos del Este son otros factores que influyen en los huracanes atlánticos. Además, temperaturas más altas en la superficie del mar están relacionadas con un aumento del vapor de agua en la parte baja de la troposfera. Desde 1988, la suma total de la columna de vapor sobre los océanos se ha incrementado un 1,3% por década. El estudio refleja que desde 1995 los índices de Energía Acumulada de Ciclones (ACE) han superado las medidas normales, excepto en dos temporadas de huracanes: 1997 y 2002, los dos años en los que El Niño tuvo actividad. Además, la agencia americana de investigación oceánica (NOAA) registró un promedio de 13,6 tormentas tropicales, 7,8 huracanes y 3,8 grandes huracanes entre 1995 y 2004, mientras que en los veinticinco años anteriores el registro fue de 8,6 tormentas tropicales, 5 huracanes y 1,5 grandes huracanes. De hecho, el año pasado el índice ACE registró su tercer valor más alto desde 1950 con 15 tormentas, incluidos 9 huracanes.
Intensidad de los huracanes
El informe afirma que no hay ninguna base que permita sacar una conclusión sobre cómo el cambio climático afecta al número de huracanes. Lo que si se ha comprobado es que los cambios ambientales proporcionan más energía a los huracanes, que son más intensos y estan asociados a precipitaciones más copiosas.
Los resultados de las investigaciones sugieren un modelo de cambio en la intensidad hacia huracanes extremos. El estudio afirma que es evidente el cambio de tendencia provocado por la influencia humana, pero advierten que otros factores climáticos cambiarán de forma natural y por eso afirman que no puede asegurarse que la tendencia continúe.