Un parásito común en las abejas asiáticas se ha extendido por Europa y América, y está detrás de la masiva desaparición de estos animales en muchos países, según un científico español que ha estudiado este fenómeno durante años. El culpable es un parásito microscópico llamado «nosema ceranae», según Mariano Higes, quien lidera un grupo de investigadores en un centro apícola de financiación estatal en Guadalajara, corazón de la industria melífera española. Él y sus compañeros han analizado miles de muestras de colmenas infectadas en diferentes países.»Comenzamos en 2000 con la hipótesis de que eran los pesticidas, pero lo descartamos pronto», declaró a Higes. Tan sólo se encontraron trazas de pesticidas en una ínfima proporción de las muestras, y las colonias de abejas estaban también muriendo en áreas a muchos kilómetros de distancia de las tierras cultivadas.
Descartaron a continuación el «Ácaro varroa», que es fácil de ver y que no estaba presente en la mayoría de las colmenas afectadas por el mal. Durante mucho tiempo Higes y sus colegas pensaron que un parásito llamado «Nosema apis», común en climas húmedos, estaba matando a las abejas. «Vimos las esporas, pero los síntomas eran muy diferentes y también estaba ocurriendo en climas secos», afirma Higes.
Entonces decidieron estudiar la secuencia del ADN del parásito, y descubrieron que era una variante asiática, el «Nosema cerane». Las abejas asiáticas son menos vulnerables a ella, pero podía matar a las abejas europeas en cuestión de días, dentro de las condiciones del laboratorio.
España, con 2,3 millones de abejas, es el hogar de una cuarta parte de las abejas de la Unión Europea. Su equipo también ha identificado este parásito en abejas de Austria, Eslovenia y otras partes de la Europa del Este, y asume que la invasión se ha producido desde Asia en varios años.