Obtener, preservar y secuenciar el ADN de 10.000 especies de vertebrados, una por cada género de mamíferos, aves, reptiles, anfibios y peces que habitan en la Tierra. Así se resume el bautizado como «Proyecto Genoma 10K», una iniciativa de un consorcio internacional de científicos que pretende desentrañar la historia evolutiva de los seres humanos y sus parientes biológicos. Este plan, cuyos detalles aparecen en la revista «Journal of Heredity», requerirá una inversión de 34 millones de euros.
«Entender la evolución de los vertebrados es una de las mejores historias de detectives en la ciencia», asegura David Haussler, investigador del Instituto Médico Howard Hughes de la Universidad de California y uno de los directores del proyecto. Los investigadores que participarán en este apasionante trabajo proceden de diversos campos y entre ellos se cuentan genetistas, paleontólogos, ecólogos, conservacionistas y otros científicos procedentes de museos, zoológicos, centro de investigación y universidades de todo el mundo.
Todos los vertebrados descienden de una sola especie marina que vivió hace entre 500 y 600 millones de años. Los paleontólogos no saben mucho acerca de la apariencia física de esa especie, pero como todos sus descendientes comparten ciertas características. Saben que tenía los músculos segmentados, cerebro anterior, medio y posterior unido a las estructuras de la médula espinal, así como un sofisticado e innato sistema inmune. Con el transcurso del tiempo se producen múltiples innovaciones, como corazones con múltiples cavidades, huesos, dientes o un esqueleto interno que ha dado soporte a los animales acuáticos y terrestres más grandes del planeta. También aparece una especie de primate, el Homo sapiens, que ha producido un lenguaje sofisticado, cultura y tecnología.
Los científicos que forman parte de esta iniciativa creen que, una vez secuenciado el ADN de 10.000 vertebrados, la sexta parte de las 60.000 especies que se calcula viven hoy en día, se podrán reconstruir los cambios genéticos que dieron lugar a esta diversidad. Algunas partes del ADN humano son muy similares al de otros vertebrados, lo que refleja que todos los seres descienden de un ancestro común, mientras que otras son muy diferentes. «Podemos entender la función de los elementos en el genoma humano con ver qué partes del genoma han cambiado y cuáles no en los humanos y otros animales», explicó Haussler.