Un potente terremoto de 8,9 grados en la escala Richter ha sacudido hoy a las 14:46 horas (06:46 horas en España) al noreste de Japón y ha provocado un devastador tsunami de cuatro metros que ha arrasado sus costas. Las imágenes de la televisión NHK muestran una gigantesca ola que inunda el litoral y arrastra barcos, coches y casas.
Es el cuarto terremoto más fuerte registrado en el mundo y el mayor que ha sufrido Japón, un país sujeto a una constante actividad sísmica al asentarse sobre el «Anillo de Fuego» del Pacífico. A 125 kilómetros de la costa oriental nipona, el epicentro se ha situado a una profundidad de 10 kilómetros. Aunque la sacudida se ha desatado a 380 kilómetros al noreste de Tokio, se ha dejado sentir en la ciudad, la mayor concentración urbana del mundo con 30 millones de habitantes, e incluso algunos edificios se han derrumbado.
Las agencias internacionales informan de que los rascacielos de la capital han temblado durante unos interminables segundos y la gente, presa del pánico, ha salido a las calles. Se han caído las redes de telefonía móvil y el aeropuerto de Narita, el principal del país, se ha cerrado, al tiempo que se ha suspendido el servicio del «tren bala» Shinkansen y algunas líneas de metro se han interrumpido. El seísmo también ha provocado incendios en inmuebles y la televisión ha mostrado las imágenes de una refinería en llamas en la bahía de Tokio.
No obstante, la zona más afectada parece ser la prefectura de Miyagi, la más cercana al epicentro del terremoto. El primer balance de la Policía habla de numerosos daños materiales y heridos y, de momento, 50 muertos y 250 heridos. Debido a las extraordinarias medidas de seguridad con que se construyen los edificios en Japón, reforzados a base de acero y hormigón, todo parece indicar que la cifra final de fallecidos no será tan alta como si el terremoto hubiera ocurrido en países menos desarrollados, donde este seísmo habría sido devastador.
El Centro de Avisos de Tsunamis ha lanzado una alarma para Japón, Taiwán, Rusia y las Islas Marianas y ha puesto en emergencia a Filipinas, Indonesia, Guam, Papua Nueva Guinea, Hawai, las islas Marshall y Micronesia. «Un terremoto de este tamaño tiene el potencial de generar un tsunami destructivo que puede golpear las costas cerca del epicentro en minutos y zonas más alejadas en horas», ha advertido el centro en un comunicado.